Elizabeth Velasco C.
Periódico La Jornada
Viernes 15 de febrero de 2013
El número de defunciones de mujeres asociadas a la violencia
de género –por violaciones sexuales vinculadas con feminicidos y otras causas–
alcanzó su nivel más alto en 2010, con 6.4 asesinatos por día, se advierte en
el diagnóstico Violencia feminicida en México: características, tendencias y
nuevas expresiones en las entidades federativas.
En ese año los crímenes de género aumentaron 106.2 por
ciento respecto de 2007, cuando se registraron mil 86 casos. La tendencia
ascendente inició con el neoliberalismo, de manera que de 1985 a 2010 se ha
conocido de al menos 36 mil 606 feminicidios; de ellos, una cuarta parte (9 mil
385) ocurrieron a partir de 2005, destaca el estudio.
Magali Reyes, coordinadora nacional de Mujeres por un
Milenio Feminista, dice a La Jornada que los casos crecen porque hay impunidad
e indiferencia de las autoridades.
Ahora es más visible en Acapulco por la violación de seis
turistas españolas, pero en entidades como Sinaloa, Nuevo León, Guanajuato,
Chihuahua y estado de México, entre otras, es un tema de todos los días, por lo
cual exigimos al gobierno de Enrique Peña Nieto que declare de inmediato la
alerta de género, como establece la Ley General de Acceso a las Mujeres de una
Vida Libre de Violencia y su actual reglamento.
Advierte: Si México ya está en la mira internacional por la
violación de las turistas españolas, que se responda con dignidad y de manera
seria.
En el diagnóstico a cargo de la ONU-Mujeres, el Instituto
Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la comisión especial para conocer y dar
seguimiento puntual y exhaustivo a las acciones que han emprendido las
autoridades competentes en relación a los feminicidios registrados en México,
de la pasada legislatura, se indica que en 2010 se registraron, en términos
absolutos, 2 mil 333 feminicidios, cifra 63 por ciento mayor respecto de los
registrados en 1985, cuando hubo mil 485.
Para el sexenio de Felipe Calderón, se indica, se tuvieron
incrementos de una magnitud no vista antes en relación con 1985. A partir de
entonces se han registrado incrementos impresionantes: de 30.8 por ciento entre
2007 y 2008 y 32.5 por ciento en 2009.
Reyes Chávez afirma que en el sexenio pasado las
asociaciones feministas y de defensa de los derechos humanos exigieron a
Calderón en múltiples ocasiones que decretara la alerta de género ante el
incremento la violencia contra las mujeres. Pero nunca se nos escuchó; al
contrario, se minimizaron los asesinatos y las violaciones, pese a su creciente
gravedad.
Reyes consideró necesario implementar los mecanismos que
establece el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra las Mujeres, cuya secretaría ejecutiva ocupa el Inmujeres.
Esperamos que tras lo sucedido en Acapulco, esta vez el
gobierno de Peña Nieto decrete la alerta de género, a fin de que se establezcan
mecanismos para prevenir y sancionar a los responsables.
En el diagnóstico referido se advierte que “el costo de los
feminicidios es alto para el desarrollo del país. Esto no sólo se debe a que
son muertes evitables de mujeres jóvenes en edades productivas y reproductivas,
que trabajan y/o estudian, sino que además merma la formación de capital humano
para el desarrollo de un segmento de la población –las mujeres– que se ha
distinguido durante las tres décadas recientes por el avance sensible en
materia de formación educativa, empleo y participación política”.
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