lunes, 21 de enero de 2013

Marcos no es

Es complicado emancipar los movimientos sociales de la personalidades que los encabezan, mucho más en un país donde el eje rector de la vida cotidiana es el paternalismo del estado. Es por ello que los sectores reaccionarios y conservadores no conciben nada que no sea una oscura relación entre lo que consideran la reaparición del EZLN justo cuando el PRI arribó (obviemos la forma en cómo lo hizo) al poder nuevamente. También es complicado que se entienda el cómo la ausencia mediática del zapatismo no significa su inexistencia material, eso dice mucho de quienes así lo afirman pues demuestra una profunda convicción a los dictados de los medios de comunicación.

Como personalidad y portavoz del movimiento zapatista, Marcos podrá ser objeto de cuestionamientos (pueriles, casi siempre) y hasta ser acusado de mantener una espantosa relación de sangre con… su hermana priísta. Sin embargo lo anterior pierde peso argumentativo cuando se comprende (a menos que así se decida a hacerlo) que el EZLN no encarna en la persona de Marcos.

¿Es tan difícil de comprender?

Al parecer, sí.

Desde las posturas de la izquierda electoral han ungido como único redentor de la república a una persona con nombre y apellido y no hay una medida de sensatez apropiada para justificar tal disparate, al contrario, no se debe cuestionar , según los fieles, la legitimidad y pureza de esa encarnación pues se corre el riesgo de ser calificado, mínimo, de simpatizante de Peña. Y es que pareciera que son guiados por un absolutismo no visto desde la fundación del mismo PRI en el que la voz del Tlatoani es la única verdad.

Por ello las críticas que surgen desde las huestes Morenas son absolutistas, sin espacio para la reflexión ni el pensamiento independiente. Suenan, a veces, más stalinistas que el viejo Joe. De la derecha y de los social-demócratas ni hablar, están igual o peor.

Por eso es tan complicado de entender algo tan simple: en el EZLN, Marcos, no es más que un elemento no vinculante a su propia existencia y procesos. Simple. Y sobre la ausencia mediática del zapatismo me remito a la tesis de Lorena Martínez Zavala sobre movimientos guerrilleros en el país:

“El EZLN plantea que la construcción de una sociedad en la que no existan estas estructuras de dominación, no debe ser una meta instalada en un tiempo futuro, sino una construcción en el presente y que este inmersa en el proceso de la lucha transformadora.”

En términos simples: mientras el EZLN no aparece en los periódicos, está construyendo democracia.

En fin. Marcos es mediáticamente atractivo y vende periódicos, sin duda, aunque no se lo proponga, pero a su vez el Sub le gusta juguetear con los ceremoniosos análisis que emanan de las plumas del estado y de algunos “librepensadores” de la izquierda electoral hasta pitorrearse. Ya lo dice el punto número siete del decálogo que aparece en el comunicado titulado “No los conocemos”:

“Si se toma muy en serio a sí mismo, NO ES ZAPATISTA”

1 comentario:

  1. Marcos es una parte fundamental del EZLN, el siendo el lider y portavoz del movimiento conoce perfectamente bien sus acciones, estructura, qué decir y hacer, creo la otra campaña para que nadie votara por amlo en el 2006. Por qué no apareció antes de las elecciones, por qué no acompañó al 132, a los de atenco, y demás en la lucha por la democracia? Yo no creo en este tipo a mí sólo me ha tocado ver una conveniencia mediática y control de sus seguidores, sería bueno que le dieran la voz a otra persona del EZLN y no siempre a el.

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