"Los Bañistas", de Paul Cézanne (1890).
Óleo sobre tela, 60x82 cm.
“Obra adquirida por el Estado francés en 1965 a título de
donación de la Baronesa Eva Gebhad-Gourgaud, asignada al Museo del Louvre y
luego en 1986 al Museo de Orsay.
Profundamente arraigado en su región natal, La Provenza, Cézanne
trató, a lo largo de su vida, de creau una obra intemporal. Lo que importaba
era, sobre todo, el conjunto pictórico, entre la forma y el color. En su
trabajo recupera continuamente las mismas figuras, algunas de ellas inspiradas
en las obras de grandes maestros como Rubens y en las esculturas antiguas que el
artista copiaba del Museo de Louvre. También reutilizaba estudios preparatorios
que había realizado en la École des Beaux-Arts o en la Académie Suisse de
París, donde se dibujaba regularmente con modelos.
A partir de los años 1870 y hasta el fin de su vida, Cézanne
multiplica las composiciones relacionadas con el tema de los o las bañistas. Su
gran ambición es lograr la fusión de la figura humana y del paisaje”.
(Infografía por el MUNAL).
¿Surge de las y los
bañistas el paisaje, o son las nubes las que emanan de los cuerpos que vemos plasmados?
¿Logras percibir la brisa cálida de esta imagen?
Ningún elemento toma un papel protagonista, cada uno tiene
prácticamente la misma notabilidad.
Cézanne, cuerpos
desnudos, el paisaje… todo en uno. Pinceladas de integración y exaltación perfecta.