En el libro “La mujer sexualmente feliz. Del mito a la verdad científica”, de Editorial Granica, el doctor Juan Carlos Kusnetzoff se encarga de negar varias creencias erróneas:
Mito 1: El hombre necesita más sexo que la mujer
No es así. “Biológicamente la mujer está capacitada para
vivir con plenitud todas las etapas de la relación sexual (deseos, placer,
orgasmo) en forma equivalente, si no similar, al hombre”, aclara el sexólogo.
Mito 2: El himen se rompe al perder la virginidad
Según el especialista, muchos hombres y mujeres lo imaginan
como un tabique continuo y cerrado, infranqueable sin violencia. En realidad,
es elástico y tiene un orificio que permite, por ejemplo, a las mujeres
vírgenes usar tampones. ¿Qué pasa en la “primera vez”? El orificio del himen se
agranda.
Mito 3: El punto G es difícil de encontrar
“Casi siempre se constata que la zona es fácil de estimular,
en especial, con los dedos del compañero”, alienta Kusnetzoff. ¿Cómo
encontrarlo? Deslizar el dedo dentro del conducto vaginal y efectuar una leve
presión hacia arriba. Se siente como una pequeña rigurosidad o montañita.
Mito 4: Todo el clítoris está a la vista
Pensar eso es un error. “El clítoris está formado por un
tronco y una zona más abultada, el glande, que es lo único visible bajo los
labios menores”, detalla el doctor. “La estimulación tanto del tronco como del
glande provoca su erección y aumento del volumen”, agrega.
Mito 5: Todo pasa en el mismo orificio
Muchas personas confunden la uretra con la vagina. En
realidad, hay dos orificios, “uno que permite la evacuación de la orina (el
meato uretral) y otro que comunica la vagina con el exterior (el orificio
vaginal o himeneal), por donde se evacua la sangre menstrual, se realiza el
parto y penetra el pene en la relación coital”, explica el sexólogo.
Mito 6: El placer pasa por los genitales
El doctor reconoce que el clítoris y los labios menores
producen placer al estimularse. Pero hace una aclaración importante: “en la
mujer otras partes del cuerpo son erógenas: la cara interna de los muslos, los
pezones, la boca, las orejas, el cuello, etc.” No las olvidemos.
Mito 7: Las mujeres con senos pequeños son frías
“Aunque leído así se note que es una tontería, varones y
mujeres tendemos a asociar los grandes pechos (y en general la figura
voluptuosa) con un temperamento apasionado”, dice el doctor.
Mito 8: Hay penes que no se adaptan a la vagina
“Solo es cierto en casos aberrantes, como hombres mayores
con niñas pequeñas. Entre adultos no existe tal incompatibilidad”, aclara
Kusnetzoff.
Mito 9: Hay vaginas muy cortas
A veces una molestia durante el coito o durante el examen
ginecológico lleva a pensar en una vagina corta o no desarrollada. Pero, en
realidad, lo que puede ocurrir es una contracción espasmódica de algún músculo
o que se trate de un vaginismo. “De ninguna manera está indicada la cirugía”,
alerta el doctor.
Mito 10: Fuimos creadas para reproducir
No es así. “Los genitales poseen, tanto en hombres como en
mujeres, la doble función de reproducción y placer sexual”, dice Kusnetzoff.
“Los ovarios segregan dos hormonas: los estrógenos y la progesterona, que
determinan los caracteres sexuales secundarios femeninos”, agrega el
especialista.
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