Resumen de La Jornada.
Desde hace 12 años, miles de empleados de la administración
pública federal, identificados como personal de enlace o mandos medios, tienen
el salario congelado y, de acuerdo con los argumentos del equipo de Enrique
Peña Nieto, así seguirán.
Ante la nula respuesta positiva del gobierno de Felipe Calderón,
trabajadores de este grupo acudieron a pedir auxilio al presidente electo,
quien les dijo –por medio de sus colaboradores– que en la administración
entrante no habrá aumentos y continuará la política de austeridad.
Es decir, el mismo alegato con que se toparon los
trabajadores de mando medio durante los dos sexenios panistas.
Las políticas de austeridad de la próxima administración no
contemplan aumentos salariales generales. Saludos, fue la respuesta del equipo
de transición a la petición de Juan José Molina Velasco, trabajador del
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA).
En una carta enviada al próximo mandatario hacen referencia
a su oferta de campaña de mejorar los ingresos y el poder de compra del
salario.
Según las cifras del Banco de México, la inflación acumulada
de 2000 a la fecha es de más de 70 por ciento, mismo nivel en que –afirman los
empleados en mención– se ha deteriorado su ingreso, porque ha permanecido sin
cambios desde hace 12 años.
Dicen a Peña Nieto que fue el único candidato que se
preocupó por el tema del sustento familiar, de ahí que le relatan de las
gestiones –infructuosas– que han realizado desde el Presidente de la República
hasta sus jefes inmediatos.
El equipo de Peña no ha respondido a esta solicitud, o al
menos no se conoce nada al respecto.
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