Por: Adela Navarro Bello para Sinembargo
Dice Enrique Peña Nieto que su iniciativa de reforma,
presentada al poder legislativo por el Partido Verde porque él no está en calidad
de hacerlo, tiene como propósito hacer la administración federal más moderna y
eficiente, pero por alguna razón al leer los preceptos, suena a todo lo
contrario. Un modelo viejo de concentración de poder. El presidente Peña no
adelgazará la nómina, la mantendrá como está pero con nombres distintos, parece
ser que una vez más el problema lo sitúan en las instituciones y no en las
personas que las encabezan o en las obsoletas reglamentaciones. Es decir,
siguen pensando que en México hay inseguridad porque la Secretaría de Seguridad
es un ente independiente en el gabinete, y no porque haya impunidad y la Ley no
la apliquen quienes tienen obligación de así hacerlo.
La nueva/vieja Secretaría de
Gobernación será la culminación de la politización de la inseguridad; y si a
eso le agregamos que también desde esa oficina se coordinarán las acciones para
la defensa de los derechos humanos, resulta un negocio redondo: política,
policía, derechos humanos, a pedir de boca de cualquier presidencialista. Ahí
no para la cesión concentración de la seguridad a quien maneja la política. En
ausencia del Presidente –ya se ha visto como le gusta viajar al que viene– será
el secretario de Gobernación quien presida el Consejo Nacional de Seguridad
Pública que coordina los esfuerzos entre dependencias federales, fuerzas
armadas, las entidades federativas y los municipios; además será el de
Gobernación quien de suyo presidirá la Conferencia Nacional de secretarios de
Seguridad Pública –las similares en los estados y en los municipios no
desaparecerán de entrada.
También el secretario de Gobernación tendrá bajo su
responsabilidad la atención a víctimas del delito, la ejecución de penas del
ámbito federal y la administración de las prisiones. Será la súper Secretaría
que todo lo tendrá y todo lo sabrá. Se lee en la propuesta peñista: “Como
factor esencial de la política de seguridad, el tratamiento de información es
condición indispensable para garantizar la eficacia de dicha política. Por
ello, además de mantener sus atribuciones en materia de operación de la investigación
e información en materia de seguridad nacional, se propone que la Secretaría de
Gobernación coordine, opere e impulse la mejora continua del sistema de
información, reportes y registro de datos en materia criminal; desarrolle las
políticas, normas y sistemas para el debido suministro permanente e intercambio
de información en materia de seguridad pública entre las autoridades
competentes…”. Incluso desde Bucareli se manejaran los permisos para la
portación de armas para las corporaciones policíacas de cualquier ámbito y
nivel en la República Mexicana, incluso las agencias privadas que prestan ese
servicio ante la ineficacia del estado mexicano para proveer seguridad y
tranquilidad a los gobernados.
En estas condiciones, el secretario de Gobernación
de Enrique Peña Nieto tendrá un poder plenipotenciario, será el más poderoso
que México haya tenido. Al más puro estilo priísta salinista, Enrique Peña
Nieto nos está engañando con la verdad, su presidencia mezclará el poder
político con el poder de la fuerza pública. Agárrense.
Este contenido ha sido publicado originalmente por
SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección:
http://www.sinembargo.mx/opinion/20-11-2012/10809.
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