Nota de La Jornada.
Pocas culturas prehispánicas lograron un conocimiento
preciso del universo como los mayas. Su entendimiento del cosmos fue tal, que
lo vincularon con su organización social, política, religiosa y arquitectónica.
Hoy día, las edificaciones de esa antigua civilización mesoamericana dan fe de
la comprensión que tuvo sobre la mecánica celeste.
Prácticamente todas las ciudades mayas tienen
características astronómicas en su orientación y forma: están alineadas respecto
del cielo, de tal manera que sirven de calendarios de fechas importantes, como
los solsticios, que tenían gran impacto en la toma de decisiones, como el
tiempo de la siembra y la cosecha.
La cuarta edición de la Noche de las Estrellas se dedicará a
esta cultura mesoamericana. Lleva por título El universo maya... el futuro
escrito en el pasado. Las actividades se realizarán el próximo sábado 17 de
noviembre en 49 sedes de 29 entidades de la República. En el Distrito Federal
la sede principal será el Zócalo capitalino. Otro espacio importante será
Teotihuacán.
Los mayas compartían una visión del universo que lograba
concertar la ciencia y la religión; entendían la mecánica perfecta de los
movimientos de los astros como algo proveniente sólo de la perfección misma de
sus deidades. La estrecha relación entre lo que observaban y lo que creían
originó una bella mitología que compaginaba una interesante dicotomía entre un
conocimiento preciso de la medición del tiempo y su hermosa y agitada
interpretación de la creación, se dijo en conferencia.
Diversas instancias relacionadas con la generación y la
divulgación de la ciencia, como la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología (Conacyt), los institutos Politécnico Nacional y Nacional de
Astrofísica, Óptica y Electrónica, y la embajada de Francia en México,
trabajarán de manera conjunta para celebrar la Noche de las Estrellas.
José Franco, presidente de la AMC, destacó que por primera
ocasión el acto tendrá carácter internacional, pues se sumarán a las
actividades las naciones donde hubo presencia maya. Se trata de Guatemala,
Colombia y Puerto Rico (donde se instaló el radiotelescopio más grande del
mundo, en la provincia de Arecibo).
Cada una de las sedes contará con su propia programación,
como charlas, conferencias y actividades recreativas y de divulgación, aunque
el común denominador será la observación masiva de los astros a través de
telescopios. Si las condiciones climáticas lo permiten, en esta edición podrán
observarse la Luna, el planeta Júpiter, las estrellas Albireo (de la
constelación del Cisne), Vega (de la constelación de la Lira ) y las Pléyades,
así como la galaxia de Andrómeda, Perseo y la nebulosa de Orión.
El tema inevitable es la supuesta predicción maya del fin
del mundo. Franco fue enfático: Se ha generado un mito alrededor del final del
calendario largo (de los mayas), a partir de una visión apocalíptica que se ha
popularizado principalmente en sitios de Internet, que no tiene nada que ver
con nuestras culturas originarias ni con los mayas. Es un gran error que se
atribuya a nuestras culturas una visión que no tuvieron.
Agregó que desde la cultura olmeca –la primera de la que se
tiene registro en Mesoamérica– existe una arquitectura monumental asociada al
conocimiento del cielo, con cerca de 3 mil 500 años de antigüedad.
Diálogo
Thierry Boisseaux, agregado para ciencia y tecnología de la
embajada francesa, resaltó: La relación entre Francia y México en ciencia y
tecnología es muy fuerte. Es importante que en un país haya diálogo entre su
población y sus científicos. Muy a menudo se dan dificultades para que el
ciudadano pueda entender lo que hace la ciencia y la tecnología, y actividades
de esta naturaleza ayudan a resolver esas inquietudes.
En nombre de Enrique Villa Rivera, director del Conacyt,
Julio César Ponce, responsable de la Unidad Técnica de Proyectos, Comunicación
e Información Estratégica de esa instancia, sostuvo que para el organismo que
representa es relevante apoyar un acto importante para la sociedad mexicana.
William Lee, director del Instituto de Astronomía de la
UNAM, mencionó que además de la observación astronómica en los más de 100
telescopios que se instalarán habrá carpas temáticas sobre agujeros negros,
evolución del universo, muerte de las estrellas, galaxias, los proyectos de
instrumentación para observatorios en el país, así como charlas con astrónomos.
Nos interesa enfatizar la conexión con el desarrollo tecnológico y social que
conllevan estas actividades, destacó.
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