Nota de La Jornada.
En el balance del sexenio que está por fenecer, diputados
federales de PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza dijeron al
secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, que Felipe Calderón deja al país
con el índice más alto de violencia de la historia nacional, en la continuidad
en la corrupción desde el poder, miles de muertos, desaparecidos y desplazados,
y con un enfrentamiento evidente entre la Procuraduría General de la República
y la Secretaría de Seguridad Pública.
La realidad que describieron durante casi cuatro horas
diputados de la Comisión de Gobernación en el Salón Verde de San Lázaro, no
inmutó a Poiré Romero, quien acotó: No se puede hablar de un país en crisis de
gobernabilidad.
Señaló que los partidos no pueden buscar chivos expiatorios
por la inseguridad que, alegó, no fue provocada por el gobierno de Calderón,
sino por la delincuencia organizada.
¿Estaríamos mejor si los capos anduvieran libres en las
calles?, refutó Poiré ante el reclamo de que Los Pinos privilegió la apología en
radio y televisión de la aprehensión o muerte de narcotraficantes.
Incluso, el funcionario dijo que en buena medida, el
Congreso de la Unión avaló la política de calderón para combatir la
delincuencia –postura que, sin embargo, no fue rebatida por los legisladores en
su comparecencia–, y defendió a la SSP y a la Policía Federal que, sostuvo, es
la más sólida base de combate a la delincuencia que haya tenido el país.
Interrogado sobre la iniciativa que ayer presentó el PRI
para desaparecer a la SSP, a cargo de Genaro García Luna, afirmó que cualquier
reforma del sistema policiaco contará con la base sólida de la Policía Federal.
Aseguró que el gobierno no supo del operativo Rápido y
furioso, y reconoció que los agentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia)
emboscados por agentes de la Policía Federal en Tres Marías se encontraban en
funciones de obtención de información.
Poiré eludió la mayor parte de los cuestionamientos sobre
las restricciones a la libertad de tránsito por los retenes militares, la
desatención a víctimas de la guerra contra la delincuencia y la desagradable
analogía que el funcionario hizo –en entrevista con La Jornada– en el sentido
de que la administración de Calderón encontró al país infestado de ratas.
El diputado del Panal Antonio Roldán le preguntó: ¿Calderón
enmendó o fracasó? Poiré no contestó. Manuel Huerta (PT) ironizó: “Usted
declaró que las ratas estaban en el refri, debajo de las camas, el clóset y la
cocina. Lo que no sabemos es si se refiere a las que concibió Fox o Calderón”.
Aunque Acción Nacional trató de amainar las críticas, sus
diputados se limitaron a definir que el país sí cambió en los dos sexenios
recientes, y dijeron que prueba de ello es la libertad con la que los
legisladores hicieron sus preguntas.
Sólo la diputada Ruth Zavaleta, ahora con la camiseta del
Partido Verde, defendió a mi amigo Genaro García Luna, y cuando buscó halagar a
Enrique Peña Nieto, trastabilló y se refirió al priísta como el presidente
electo Felipe Calderón. Zavaleta provocó una silbatina desde las curules
priístas. Para los que chiflaron, ya sé que los despierto. Me gusta
provocarlos, les dijo.
En las posturas de los partidos, el coordinador de los
diputados de Sinaloa, Heriberto Galindo Quiñones (PRI), definió que el Congreso
no puede hacer abstracción del ánimo social, donde es evidente la zozobra e
intranquilidad a causa de la violencia. Anticipó que con el retorno del PRI al
poder se revisará en detalle y rectificará la estrategia contra la
delincuencia, para revertir la tendencia de una situación difícil y penosa.
También, expuso, se devolverá al país “la visión
democratizadora… las buenas maneras, los principios constitucionales y la
defensa de las instituciones”.
Frente a las críticas de que Calderón se aventuró a una cacería
y que la herencia de Acción Nacional en el poder será sólo muerte, dolor y
cínica continuidad de la corrupción, Poiré aseguró que en modo alguno fue una
ocurrencia enfrentar al crimen organizado, y dijo que el Legislativo es
corresponsable porque aprobó a Calderón iniciativas antisecuestro, contra la
trata y tráfico de personas y dar a la Policía Federal atribuciones de
investigación.
Al final, el funcionario pidió a los diputados no confundir
el esfuerzo de destacar los avances de gobernabilidad con optimismo, definición
que contrastó el petista Manuel Huerta: No confunda tolerancia y paciencia
ciudadana con gobernabilidad, que sólo existe por la manipulación informativa.
Su secretaría está reprobada.
http://www.jornada.unam.mx/2012/11/16/politica/005n1pol
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