Resumen de La Jornada.
La posibilidad de sacar de las escuelas la denominada comida
chatarra sólo se concretará cuando el gobierno cuente con evidencia científica
contundente que demuestre que estos productos generan una afectación a la salud
en materia de sobrepreso y obesidad, señaló el titular de la Secretaría de
Educación Pública (SEP), José Ángel Córdova Villalobos, quien habló de no
perjudicar a las empresas que elaboran dichos productos, ya que inciden en el
desarrollo del país.
Es algo que va a llevar mucho tiempo, no es algo que se
pueda hacer de un día para otro y la evidencia científica tiene que ser
contundente; es el caso de las drogas por eso están prohibidas, porque son
malas, pero en otro tipo de alimentos ahí ya entra uno en una discusión porque
puede haber diferentes variables que deben ser perfectamente analizadas para
tampoco dañar a una industria que también es importante para el desarrollo del
país, comentó.
Córdova Villalobos auguró que la salida de la chatarra de
las escuelas no será a corto plazo y destacó que la industria de alimentos
procesados no sólo se comprometió a reducir porciones, sino que también hizo
esfuerzos para modificar su contenido calórico al disminuir grasas, azúcares y
sal.
Señaló, asimismo, que la epidemia de obesidad y sobrepeso
que aqueja a México, que comenzó desde hace tres décadas, podría empezar a
controlarse en un plazo de 10 años, si se toman medidas adecuadas de prevención.
Durante la inauguración de la citada reunión, el titular de
la SEP remarcó que los ministros y viceministros emitirán una declaración
conjunta que retomará programas y acciones exitosos en el combate al sobrepeso
y abuso de sustancias adictivas, entre adolescentes, así como estrategias de
educación sexual.
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