Comentario de neo.xkyzer0: El comal le dijo a la olla...
Por: La Redacción
En: Proceso
Contenido original en: http://www.proceso.com.mx/?p=323757
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La Arquidiócesis lanzó una crítica a
los sindicatos al considerar que no gozan de buena fama entre la
sociedad mexicana y la opinión pública, quienes consideran que su actuar
es corrupto y poco honesto.
Según el editorial del semanario católico Desde la fe,
de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), estos organismos
deberían ser sin tintes políticos, de lucha por la justicia y de
búsqueda constante por el bien común, por el bien de los trabajadores.
“Gran
parte de la sociedad y de la opinión pública sienten, en el menor de
los casos, desconfianza de ellos, y consideran que su actuar es
corrupto, poco honesto y carente de solidaridad con los trabajadores y
con el resto de la sociedad”, señala la publicación.
El editorial, titulado El sindicalismo en México, un llamado a su origen, agrega:
“Se
les ve como fuerzas políticas que se venden al mejor postor, y que han
sido secuestradas por líderes inmorales que han logrado eternizarse y
generar formas de poder contrarias a la naturaleza de los sindicatos, y
que ahora amenazan con secuestrar al Estado si éste no se alinea a sus
intereses que, por cierto, no son los mismos que los de sus agremiados, y
mucho menos ayudan al desarrollo nacional”.
De igual forma,
señala que no es aceptable la falta de sensibilidad social por parte de
la clase patronal, ni la explotación de los trabajadores –a quienes se
les otorgan sueldos indignos–, ni los contratos de protección, ni la
creación de sindicatos charros; como tampoco es aceptable permitir que
haya prácticas de pseudosindicatos que emplazan a huelga con actitudes
de cerrazón, sin propuestas realistas y con la falsa intención de
proteger al trabajador.
Desde la fe considera que los sindicatos
deben velar por el bienestar del trabajador, no sólo a partir de la
conquista de mejores sueldos y prestaciones, sino de espacios de
formación en liderazgos más humanos, en la participación y toma de
decisiones por parte de todos los agremiados, en la solución y mediación
de conflictos, y en una respuesta solidaria y de acogida a quienes no
cuentan con una organización y empleo.
Destaca que hoy más que
nunca, los trabajadores organizados no deben permitir, por apatía,
indiferencia o miedo, que haya prácticas y dirigentes sindicales
corruptos, antidemocráticos, con capacidad de amedrentar a los que
realmente gastan con dedicación la vida en su trabajo.
El
editorial hace un llamado a los sindicatos jóvenes a concebir una nueva
forma de organización sindical, que recoja los valores que dieron origen
al sindicalismo, entre ellos, el bien común, la formación de sujetos
capaces de analizar y generar una sociedad más justa, la unidad, la
solidaridad, la democracia y la posibilidad de aportar al desarrollo
económico y social de nuestro país.
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