En el país, más de la mitad de la población ocupada labora
en la informalidad o en condiciones vulnerables al no contar con seguridad
social ni con contrato que respalde su trabajo ni salario fijo, reveló el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con la nueva medición que realiza el organismo
presidido por Eduardo Sojo, de los 48.7 millones de personas ocupadas en
México, 29.3 millones se encuentran trabajando en condiciones precarias, cifra
mayor a los empleados formales, quienes suman 19.4 millones.
En otras palabras, seis de cada 10 mexicanos trabajan en la
informalidad.
Ante esta situación, Sojo señaló que “el mercado laboral
mexicano está caracterizado por un grupo importante de trabajadores que son
vulnerables por no estar dentro de un marco legal, y el término informal,
aclaró, es sinónimo de vulnerabilidad, pues no hay contrato ni hay a dónde
reclamar si hay un despido injustificado”.
El Inegi detalló que del universo de trabajadores
informales, 14.2 millones conformaban específicamente la ocupación en el sector
informal, 2.1 millones eran servicio doméstico remunerado, 6.2 millones
pertenecían al ámbito agropecuario y otros 6.8 millones a las empresas,
gobierno e instituciones.
Antes de la nueva medición, el organismo de estadística sólo
consideraba “informales” a quienes laboraban de forma independiente, como
vendedores ambulantes, taxistas y quienes laboraban en oficios como la carpintería,
plomería, pintura y otros negocios familiares, como fondas o puestos de comida.
Ahora, integra a actividades como el servicio doméstico
remunerado, al sector agropecuario y a quienes trabajan en empresas e
instituciones sin ser registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), además de los antes descritos.
Según el Inegi, las entidades con menores proporciones de
empleo informal fueron: Baja California Sur (41.6%), Chihuahua (42.8%) y Nuevo
León (43%); mientras que las mayores tasas correspondieron a Oaxaca (80.8%),
Guerrero (80.8%) y Chiapas (76.5%), por cierto los estados con mayor pobreza
del país.
“En términos generales, los estados del norte presentan
tasas de informalidad relativamente reducidas y altas tasas de desocupación,
mientras que los del sur muestran, en general, altos valores de sus tasas de
informalidad y bajos valores de sus tasas de desocupación”, explicó el
instituto.
De la totalidad de las personas en la informalidad, 12.5
millones tienen entre 25 y 44 años; 7.5 millones están en el rango de 45 a 64
años; mientras que 6.8 millones de trabajadores informales son jóvenes de 14 a
24 años.
Con las nuevas cifras arrojadas por el Inegi, la situación
laboral en México es dramática, ya que sólo una minoría cuenta con las
garantías para trabajar formalmente; el resto tiene casos de inestabilidad
laboral, ingresos inciertos y difícil acceso a la seguridad social y de salud,
ya ni hablar de prestaciones sociales.
En números, el cuadro es el siguiente: 19.4 millones plazas
formales; 29.3 millones, informales; más de 4 millones en la subocupación, y
2.5 millones en el desempleo.
En los últimos meses del gobierno de Felipe Calderón, quien
se autonombró “presidente del empleo”, su administración no paraba de presumir
la creación mensual de empleos, e incluso sostenía que México es uno de los
países con menores tasas de desocupación entre las naciones integrantes de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Lo que no mencionaba es que, en efecto, el país sí tiene una
de las tasas menores de desempleo (con un promedio de 5%), pero es gracias
precisamente a la informalidad, que absorbe laboralmente a la mayoría de los
mexicanos, como lo dio a conocer hoy el Inegi.
FUENTE: http://www.proceso.com.mx/?p=327611
IMAGEN: http://entiemporealmx.files.wordpress.com/2012/11/ambulante.jpg?w=300&h=218