Con información de BBC Mundo.
En el pasado había miles de guacamayas escarlatas o rojas
(ara macao) en las selvas mexicanas, pero su población ha sufrido una caída
catastrófica.
"Existen pocos estudios que determinen su distribución,
pero de acuerdo a los registros de avistamientos entre 1980 y 2008, su
población ha sido reducida drásticamente en nuestro país y esta situación
también la compartimos con los países de Belice y Guatemala", dijo a BBC
Mundo Rodolfo Raigoza, responsable del programa de conservación de la guacamaya
escarlata en el Parque Xcaret, situado en el estado de Quintana Roo.
Las aves han encontrado un refugio en Xcaret, que desarrolla
un exitoso programa de reproducción en cautiverio. Pero lograr que las aves se
reproduzcan no ha sido fácil y una de las dificultades es que la guacayama sólo
tiene una pareja en la vida. "Cuando eligen a su compañero no se separan
nunca y si uno de los dos muere es casi imposible que busquen a otro", explicó
Raigoza.
El investigador señaló que el ave se extendía desde México,
continuando por América Central hasta el Valle de Magdalena en Colombia y en la
Amazonia hasta Santa Cruz en Bolivia y el norte de Mato Grosso en Brasil.
"En México se extendía en prácticamente toda la
vertiente del Golfo de México abarcando los estados de Tamaulipas, Veracruz,
Tabasco y Campeche, además de Oaxaca y Chiapas hacia la costa del
Pacífico".
Pero "al igual que muchos de los Psitácidos que agrupan
al conjunto de loros y guacamayas, están en peligro de desaparecer".
Las razones del declive son diversas, según Raigoza, e
incluyen la destrucción del hábitat de las aves y "la desmedida captura
para su venta en el mercado de mascotas".
Pareja para toda la vida
Uno de los objetivos centrales del programa de reproducción
es que las guacamayas nacidas en cautiverio sean reincorporadas a su medio, y
Raigoza ha venido trabajando con ese fin con otros expertos, incluyendo a
Salomón González Blanco, del EcoParque Los Aluxes en Palenque, Alejandro
Estrada, investigador del Instituto de Biología en la Estación Los Tuxtlas del
Instituto de Biología de la UNAM y Juan Cornejo, Curador de Ornitología del
Bronx Zoo, quien tiene amplia experiencia en la reproducción de aves y
liberaciones de guacamayas en Costa Rica, y Patricia Escalante, especialista en
aves y genética de la conservación.
La idea es que en diciembre próximo los primeros cincuenta
ejemplares de guacamaya escarlata sean liberados en la comarca de Palenque, en
Chiapas. Los investigadores esperan que el evento marque una tendencia que
pueda asegurar la supervivencia de la especie.
Además del programa de guacamayas, en Xcaret se ejecutan
otros proyectos de conservación como la asistencia a tortugas marinas que llegan
a la costa a colocar sus nidos.
Muchas de las que nacen aquí, cerca de cinco millones en los
cinco años del programa, vuelven a las costas de esta región para desovar.
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