Carta de Javier Corral, publicada en Proceso.
El senador panista Javier Corral reclamó al presidente
Felipe Calderón haber fortalecido al duopolio televisivo durante su sexenio y
advirtió que la prueba de que su administración fracasó es que heredará el
poder al priista Enrique Peña Nieto.
Corral denunció el carácter “colérico” de Calderón y lo
llamó “cobarde”, por traicionar los principios de su partido y no admitir
crítica alguna.
El senador envió una carta a Felipe Calderón fechada el
pasado primero de septiembre pero difundida este miércoles. El mensaje de
Corral es una respuesta al presidente, quien el pasado 28 de agosto lo llamó
cobarde en una reunión con senadores del PAN.
“Tirar la piedra y esconder la mano eso sí es cobardía. No
tener valor para decir lo que se piensa eso sí es cobardía. No ser congruente
con lo que siempre se ha pensado y luchado, eso sí es cobardía”, le respondió
Corral.
En su mensaje, Corral le reclama su forma de tratar a los
panistas y sus propios colaboradores:
“Innegable es tu forma de tratar a los panistas, perdiste
todo sentido de civilidad política. La falta de respeto a varios compañeros y a
tus propios colaboradores, una rudeza innecesaria a quienes disienten de tus
opiniones. ¿Y qué has logrado?: renuncias de Secretarios de Estado, expulsiones
del partido, miembros que hicieron campaña no contra el PAN sino en despecho de
ti. Las peores críticas a tu carácter, por cierto, la he oído en voz baja, en
murmullos, de gente muy cercana a ti. Esa es la verdad inocultable. Eso no
requiere mayor trabajo sino sólo ver cómo está el partido y buscar a los
causantes de las divisiones”.
Además, le señala que se alió a las televisoras y fracasó
como presidente:
“Los resultados de tus políticas están a la vista. El
duopolio televisivo es hoy más poderoso que hace seis años y Peña Nieto es el
Presidente electo. No podrás negar que esa candidatura fue construida por
Televisa desde hace varios años. El partido ha estado perdiendo elecciones y
uno de los factores fue la presencia de Peña Nieto apoyando al PRI. Tu
debilidad ante Televisa se ha visto desde que eras candidato. ¿No te acuerdas
de la Ley Televisa? ¿Cuál fue tu papel en su aprobación y cuál fue el mío ante
tal intento de despojo a la Nación?
“Este primero de diciembre le vas a entregar en San Lázaro
la banda presidencial a Peña Nieto. La misma que recibiste de Vicente Fox. Un
retorno del PRI es una amenaza que todos percibimos. Lo sabes bien, ese momento
condensará como ninguna crítica o análisis, tu fracaso”.
Y remata: “Espérate a que conozcas la condición humana a
partir de que dejes el poder y entiendas que lo que más te ha perjudicado eres
tú, tu carácter colérico al que le gana el coraje en cualquier momento”.
A continuación la carta íntegra de Corral.
Te escribo enterado de los calificativos que vertiste sobre
mi en la reunión con senadores del PAN el pasado 28 de agosto. Me llamaste
cobarde por no haber ido a la reunión.
Te equivocas: dentro de los muchos defectos que tengo no
está la cobardía.
Desde joven cuando no tenía ni nombre ni puesto público me
enfrente al PRI y milité en la resistencia civil contra el fraude electoral de
1986; me he opuesto a los abusos de las televisoras que la han emprendido
contra mí y a pesar de ello no me han doblegado; con absoluta franqueza te he
dicho lo que pienso, en tu cara, no como otros. Nunca te he tenido miedo.
La razón por la que no asistí a la reunión fue para evitar
tus exposiciones interminables donde tú monologas, no dialogas, sobre las
maravillas de tu Gobierno y lo bien que hiciste todo, donde culpas a la campaña
y al partido de la derrota pasada.
Fuera totalmente de la realidad estás diciendo cosas muy
delicadas y sigues insultando a tus críticos, deberías cuidar tu investidura.
No es difícil comprender que tu malestar contra mi proviene
de que he sido crítico de tu política en telecomunicaciones, radio y
televisión; la he criticado frente a ti en el Congreso Nacional del Partido en
agosto de 2009, al igual que lo he hecho en los medios y en el propio partido.
Si alguien te ha dado la cara he sido yo.
También he reconocido la estabilidad económica, la
infraestructura creada durante tu sexenio, y haber mantenido los programas
exitosos de la pasada administración. He defendido tu administración tanto en
artículos periodísticos como en la tribuna parlamentaria. He censurado las
provocaciones de Fernández Noroña. No olvides esto. Aunque sé que en el fondo
quieres incondicionales.
Al llamarme cobarde ante los senadores y estando yo ausente,
te has pasado de la raya. Pero podemos aprovechar tu desahogo discutiendo
nuestras diferencias cuando quieras, en donde quieras y ante quien quieras.
Los resultados de tus políticas están a la vista. El
duopolio televisivo es hoy más poderoso que hace seis años y Peña Nieto es el
Presidente electo. No podrás negar que esa candidatura fue construida por
Televisa desde hace varios años. El partido ha estado perdiendo elecciones y
uno de los factores fue la presencia de Peña Nieto apoyando al PRI. Tu
debilidad ante Televisa se ha visto desde que eras candidato. ¿No te acuerdas
de la Ley Televisa? ¿Cuál fue tu papel en su aprobación y cuál fue el mío ante
tal intento de despojo a la Nación?
Este primero de diciembre le vas a entregar en San Lázaro la
banda presidencial a Peña Nieto. La misma que recibiste de Vicente Fox. Un
retorno del PRI es una amenaza que todos percibimos. Lo sabes bien, ese momento
condensará como ninguna crítica o análisis, tu fracaso.
Tirar la piedra y esconder la mano eso sí es cobardía. No
tener valor para decir lo que se piensa eso sí es cobardía. No ser congruente
con lo que siempre se ha pensado y luchado, eso sí es cobardía.
Innegable es tu forma de tratar a los panistas, perdiste
todo sentido de civilidad política. La falta de respeto a varios compañeros y a
tus propios colaboradores, una rudeza innecesaria a quienes disienten de tus
opiniones. ¿Y qué has logrado?: renuncias de Secretarios de Estado, expulsiones
del partido, miembros que hicieron campaña no contra el PAN sino en despecho de
ti. Las peores críticas a tu carácter, por cierto, la he oído en voz baja, en
murmullos, de gente muy cercana a ti. Esa es la verdad inocultable. Eso no
requiere mayor trabajo sino sólo ver cómo está el partido y buscar a los
causantes de las divisiones.
Espérate a que conozcas la condición humana a partir de que
dejes el poder y entiendas que lo que más te ha perjudicado eres tú, tu
carácter colérico al que le gana el coraje en cualquier momento.
He dicho que por el bien del partido éste deberá defender tus
logros y aprovechar tus talentos en los años por venir. Tú debes permitirle al
partido que retome su rumbo. Que diseñe su estrategia de lucha de acuerdo a su
interés propio. Porque el partido es de todos. Actuar de otra manera es jugar
al Jefe Máximo y no se lo merece el Partido. Déjalo volar como un día te
recomendó Carlos Castillo Peraza.
En cualquier caso, discutamos lo que te agravia: tú tienes
la palabra.
http://www.proceso.com.mx/?p=319619
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