Carta a Antonio Attolini
Estimado colega itamita:
Permíteme felicitarte por tu nuevo trabajo en ForoTV, en el programa
Sin Filtro. Desconozco los motivos, tanto personales como profesionales,
que te llevaron a aceptar adherirte a la empresa a la que tanto
criticaste durante el proceso electoral de este año. Fue tu decisión
personal, es tu vida, eran tus colegas del movimiento estudiantil a los
que alienaste y es tu reputación la que sufre.
Quizá en tu
proceso de toma de esta decisión pensaste que este trabajo sería la
plataforma mediática perfecta para expresar tus ideales estudiantiles,
quizá pensaste que podrías aprovechar la oportunidad para levantar la
voz y denunciar ante el auditorio del programa en el que ahora
participas, los males que aquejan al país.
Quizá incluso
pensaste que podrías ilustrar a los televidentes en cómo nuestra clase
política daña al país, perpetuando líderes sindicales demagogos y
estancándolo en reformas cortas de miras en materia económica y social,
con poco fondo y aún menor impacto para fomentar el desarrollo de
México. Quizá tus intenciones al aceptar trabajar en Televisa sean
buenas.
Casi con plena certeza puedo afirmar que no tomaste en
cuenta, o no muy a fondo, que ya contabas con cierta proyección
mediática que te posicionó como la antítesis de Televisa y TV Azteca, y
al aceptar trabajar para Televisa, empresa a la que tú mismo describiste
como carente de “orientación social en contenidos y accesos”, perdiste
toda credibilidad.
Y no sólo eso, dañaste seriamente la
imagen del movimiento estudiantil al que pertenecías y al que
aprovechaste como plataforma de manera oportunista, y dañaste a la
institución educativa de la que son egresados destacados funcionarios
públicos, empresarios, intelectuales y académicos que sí son loables y
congruentes.
Con tus acciones demuestras que lamentablemente
las materias del Departamento Académico de Estudios Generales del ITAM
no te sirvieron de nada. Da la impresión de que pagaste por los créditos
de estas materias sin sacarles provecho a lecturas como: “La
desaparición de Majorana”, “Hacia una ética mundial” y “Suma contra los
gentiles”. Ojalá que después de ver esta carta tengas la oportunidad de
releer, o leer por primera vez, las lecturas que menciono para que
entiendas mejor de lo que estoy hablando.
Antonio, creo que
caerás en cuenta demasiado tarde de que la congruencia y la credibilidad
son de vital importancia para construir una buena reputación, la cual a
su vez es necesaria para desenvolverte sin tapujos en el medio en el
que recién incursionaste. Temo decirte que tú perdiste ambas al aceptar
este trabajo, incluso antes de tener la oportunidad de construir y
consolidar una reputación. Temo decirte también que siempre cargarás con
el estigma de traidor.
No es plausible que al unirte a las
filas de Televisa, empresa a la que con tu anterior discurso atribuiste
muchos de los peores males que dañan la democracia en México, pretendas
combatir su modus operandi y cambiarlo desde dentro. Esta sería la única
razón meritoria para que, como uno de los “voceros” del movimiento
anti-Televisa #YoSoy132, hayas aceptado colaborar con tu antiguo
némesis.
No obstante, resulta demasiado ingenuo de tu parte
creer que podrás realizar semejante hazaña y que pretendas que los demás
lo crean. Esto último incluso es insultante. A la vista de la
ciudadanía, y especialmente de tus antiguos compañeros del movimiento,
tu motivación fue el dinero y la proyección televisiva que tratas de
ganar.
A tu favor, que la mayoría de la población en México
tiene memoria de corto plazo en extremo, cuya educación lamentablemente
no permite vislumbrar que el locutor del programa Sin Filtro, carece de
congruencia, ética profesional y está dispuesto a vender sus principios e
ideales. A dejar mal parada a la plataforma que le dio voz.
A
desdeñar lo perjudicial que es el duopolio televisivo para la
democracia en México, democracia que una vez le importó, o al menos hizo
la finta de que así era. Es más preocupante aún que demostraste ser
consciente de lo que defendías y por qué lo defendías, y que a pesar de
ello decidiste tomar este camino, que trates de argumentar que tomaste
la mejor decisión, que no tuviste otra opción para trasmitir tus ideas a
más personas, que pretendas que creamos que no te vendiste. Con paga o
sin ella, a lo que tú hiciste se le llama traición.
Tu
reputación y tu buen nombre difícilmente podrás recuperarlos.
Aparentemente, ya no viven en ti los principios de estudiante de ciencia
política que alzó la voz cuando atentaron contra sus derechos
ciudadanos, cuando las televisoras privilegiaron a un candidato
presidencial sobre los demás y cuando la información y el periodismo
responsable se hicieron ausentes durante las campañas electorales.
Cito a una maestra del Departamento de Ciencia Política del ITAM que
siempre alza la voz, la Dra. Denise Dresser; al igual que ella hacía
alusión a Gabriel Quadri y su candidatura con Nueva Alianza, para tu
caso aplica atinadamente que “las ideas que cargas contigo no son
suficientes para limpiar la cloaca en la cual has decidido pararte, […]
como si pudieras deslindarte” de la televisora para la que trabajas.
Con toda sinceridad espero que seas un caso aislado. Que mis demás
colegas itamitas no vendan sus principios y que tampoco estén dispuestos
a comprometer su reputación y a que la pisoteen, y a que se cuestione
la integridad de los alumnos de nuestra Alma Mater, ni por un peso ni
por cinco millones.
Rafael García Lobato
Ex-alumno de Relaciones Internacionales del ITAM
CU: 99540
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