18 de febrero 2013
El Senador Javier Corral aseguró que la reforma en materia de telecomunicaciones será la prueba de fuego para los dirigentes del PAN y PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, más que para Enrique Peña Nieto, pues la propuesta que respalden o “legítima al Pacto o lo ubica como un mecanismo más”.
Corral afirmó que las dirigencias de ambos partidos “apuestan su credibilidad si simplemente avalan una reforma al sector de las telecomunicaciones que sirva sólo para lavarle la cara a Peña Nieto”.
El legislador advirtió que los "personeros" de las televisoras, en todos los partidos, quieren orientar la reforma esencial sólo a empresas telefónicas, pero a lo que debe aspirar la oposición es a una reforma que equilibre el papel que juega actualmente la televisión.
Para el chihuahuense, la poca diversidad y la baja calidad en los medios de comunicación “son el resultado de una alta concentración en la radio y la televisión, de una desigualdad entre los medios privados y los medios públicos, de la indiferencia de los medios hacia sus audiencias, del uso político que se le hace a las concesiones, de las pocas alternativas que han surgido a pesar de un contexto convergente.
“La reforma de telecomunicaciones debe obligar a Televisa, TV Azteca y a Telmex a vender algunos de sus negocios para desbaratar su poder monopólico en mercados como televisión abierta, TV restringida, telefonía fija y radio; la Comisión Federal de Competencia tiene que tener asignada por la Constitución la facultad de partir monopolios, si no la reforma no tiene caso” advirtió.
Agregó que si se le deja al Presidente otorgar concesiones a discrecionalidad y si no se promueve la competencia para abrir el mercado a nuevos jugadores, que haga la cancha más grande a través de procesos de licitación auténticamente transparentes, todo resultará una burla.
Sobre Enrique Peña Nieto, el legislador refirió que la propuesta que envíe el Presidente reflejará qué tanto está dispuesto a romper con sus aliados que le ayudaron a llegar a Los Pinos en 2012: "si viene bien la reforma es que Peña Nieto decidió romper con sus aliados, a los que no les debe nada porque todo se los pagó", dijo.
Corral puntualizó que una vez que llegue la reforma al Congreso dependerá de los diputados y senadores engrandecerla y hacerla más profunda. "Se trata de subirle, no se vale meterle mano para achicarla".
El Senador expresó que espera se presente “una reforma de hondo calado, que toque realmente fondo”, y añadió que la calidad de la propuesta se podrá medir si realmente busca modificar el régimen de concesiones y el órgano regulador: “no concibo una reforma sin tocar estos temas, si éstos no se contemplan, vamos a estar ante una reforma tramposa”.
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