miércoles, 13 de febrero de 2013

Modificarán la escritura los mensajes de texto y Twitter: Glantz


Nota de La Jornada.
Margo Glantz pertenece a la generación del cine mudo y en 82 años ha visto aparecer muchos cambios tecnológicos. Algunos, como el Twitter, los ha adoptado con entusiasmo hasta convertirlos en una extensión de su escritura: “Me gusta tuitear, porque es una forma rápida de comunicación; una especie de desafío el poder decir en 140 caracteres o menos cosas que pueden ser interesantes y hacer una especie de juego epigramático con ideas aparentemente filosóficas”.

Casi a diario comparte desde su computadora sus haikus tuiteros –de hecho habla de la haikukización de este medio–, reflexiona sobre el arte, platica de asuntos “triviales” y ha convertido al colibrí que visita el invernadero de su casa en otro personaje de su literatura. Un día se pregunta: “¿Mi colibrí sabrá tuitear?”.
 
Nada parece asustarle a la escritora, ensayista y periodista sobre el uso de las redes sociales; al contrario, como integrante de la Academia Mexicana de la Lengua, admite como un hecho inevitable que Twitter y los mensajes telefónicos con texto modificarán nuestra manera de escribir. Ella misma usa a veces la “k” en vez de “que”. Tampoco le parece novedosa la exposición pública que se hace en las redes.

Cada mensaje de la autora de El rastro se presta al retuiteo y a la respuesta de sus fans, como uno del 26 de octubre: “No tengo I pod, no tengo I Phone, no tengo Mac air, no tengo, no tengo, sólo tuiteo”.

Desde que surgió la primavera árabe en Egipto, hace año y medio, pidió a una colaboradora que la ayudara a abrir su cuenta y, desde entonces, sufre como cualquier usuario cuando sus palabras no tienen el eco esperado. “Me siguen más de 9 mil, lo cual es motivo de orgullo. Un día si no tengo seguidores me siento como desechada, me da tristeza”.

Y da más razones de su gusto por esta red social:

“Me gusta jugar con el Twitter, porque se alimenta de sensaciones rápidas que pueden caer en la banalidad y en lo más superficial, en una cosa de egotismo y egoísmo brutales, en las que la gente cuenta sus historias más mínimas.

“Por otro lado, me permite enterarme de mucha información rápidamente. Estoy suscrita a periódicos como el New York Times, New York Review Books, The Guardian, The Independent, La Jornada, y sigo algunas cuentas, como la de Wikileaks.”

–¿Sabe cuántos se agregan a su cuenta?

–Todos los días llevo las interacciones. Me gusta ver qué piensan de lo que escribo, y responderle a quienes me contestan, aunque no lo hago siempre y muchas veces elaboro una respuesta más colectiva.

–¿Cree que Twitter ha contribuido a hacer cambios políticos?

–Una parte muy importante de la presidencia ganada por Obama fue por la utilización de las redes sociales. La primavera árabe dio resultados inmediatos; todavía la guerra que está sucediendo en Siria tuvo que ver con eso y aspectos de la liberalización en Túnez.

–¿Y en México?

–Ojalá. #Yosoy132 es una forma. Fue y es un movimiento importante, y no sé a dónde va a derivar. No sé si son cambios efectivos que produzcan una revolución y alteren al PRI, pero en México da la impresión de que aunque se sepan las cosas no pasa nada; es muy decepcionante, muy esterilizador.

–¿Tiene horario para tuitear?

–Entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde trabajo; en ese tiempo veo mis correos electrónicos, y en medio meto un tuit. O de repente encuentro una frase que me parece importante en un libro mío que estoy corrigiendo y la subo. A veces estoy verdaderamente en ayunas, no sé qué decir, pero siempre hay algo qué decir a la larga.

–¿Se comunica con otros escritores?

–Tengo comunicación con Armando González Torres, Mauricio Montiel, Julián Herbert, Carla Faesler, Mónica Nepote, Juan Villoro –él nunca me contesta, pero yo sí–, sigo a Héctor Abad, un colombiano que tampoco me contesta. Sigo a veces a Lupita Loaeza, Guillermo Sheridan, Federico Campbell y otros.

–¿Cómo animaría a otros escritores para que se suscribieran a Twitter?

–A mí no me gusta dar mensajes; hay gente que le tiene miedo a escribir en Internet, amigos de mi generación que dicen: ‘yo jamás he tenido un teléfono celular’, ‘yo jamás voy a escribir en Internet’. El propio (Carlos) Monsiváis decía que muchas de las cosas que escribió las han rescatado porque existe la computadora, pero él no escribía en ella.

“Dentro de poco, mi nieta de dos años y medio va a usar Twitter; eso se vuelve tan natural como lo era tocar instrumentos en el siglo XVII, jugar ajedrez en Rusia o aprender a hacer origami en Japón”.

–¿Qué le parece esta exhibición pública en Twitter?

–Viene de largo tiempo atrás: los reality shows en la televisión, el Big Brother de que hablaba Orwell. La gente hace sicoanálisis público y terapia de pareja en la televisión. No entiendo por qué eso sea tan extraño en Twitter y Facebook.

–Twitter está haciendo que la gente escriba más de lo que se pensaba con las redes sociales.

–Creo que va a cambiar totalmente la forma de escribir a partir de estos mensajes y los de teléfono. Yo de repente escribo “que” con “k” y la gente me dice: ‘no, maestra Glantz, no caiga en esas cosas’, porque soy de la Academia Mexicana de la Lengua. Pero es más fácil escribirlo así, y por más que en la academia hagamos lo posible, no vamos a poder con el uso que el pueblo haga del lenguaje y de la escritura. Vamos con 100 años de retraso de lo que pasa en la realidad.

–Algunos políticos han sido criticados por escribir con faltas de ortografía en Twitter.

–Me parece bien que la gente sepa escribir su idioma. Es muy nefasto que lo único que saben decir ahora es güey o cabrón. Es un fenómeno social que nos va a costar mucho trabajo frenar, pero eso no quiere decir que yo quisiera que la educación se aboliera y que la gente escribiera mal. Eso que un señor (Enrique) Peña Nieto no sepa leer un libro es gravísimo.

–¿Y cuándo se va a animar a entrar a Facebook?

–No me he decidido a usarlo; parece que el Facebook sin fotografías es completamente inútil, y yo no tomo fotografías. Me gustaría entrar, porque me han dicho que puedes expresar un poco más y tener otras interacciones, pero no sé, porque me va a quitar mucho tiempo, ya de por sí el Twitter me lo quita.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/02/13/84330724-modificaran-la-escritura-los-mensajes-de-texto-y-twitter-glantz

No hay comentarios:

Publicar un comentario