Por Tolésmo Díaz, en Red Generación
*
Mis uñas se
quedaron sobre la piel del mundo. Me sobrevive el tacto, su discurso rebelde.He fijado mi tiempo en
el pulso de las multitudes.
La mano izquierda
es inútil: ha perdido su fuerza natural, está en el sueño bisiesto de los desesperados.
Y el diestro mando, gigante parido en el centro del coágulo, ejerce su voluntad
ciega.
Me han
desarticulado el espíritu.
*
No se habla para
manar sólo palabras, sino para temblar en la claridad del mundo, para suceder
en el corazón de una tormenta. Se habla en el extremo del silencio, en una
porción de la muerte. Se habla también para soñar con la respuesta.
Mi casa fue erguida
con la primera palabra de mi madre. Mi único gobierno está en la tierra de lo
que está por decirse.
*
La plaza anochece
sin tumulto, sin pancartas desveladas .La soledad también es un griterío.
¿De qué fondo viene
tu sordera, Patria?
Que hermoso escribe usted, lo felicito realmente.
ResponderEliminar