Por:@sandybell08, Red Generación.
Todos los días, miles de nuestros hermanos mexicanos, centroamericanos y sudamericanos abandonan a sus familias, hogares y países para cruzar la frontera norte en busca del sueño americano. ¿Pero qué es lo que realmente les ofrece Estados Unidos que haga a tantas personas inmigrar? Cruzar la frontera norte es un calvario para todo aquel que lo intente, la pesadilla empieza desde México. El crimen organizado, pandillas e incluso las mismas autoridades hacen del trayecto de los migrantes una experiencia terrible. Esta experiencia va desde extorsiones hasta asesinatos, pasando por robos, agresiones sexuales, desapariciones forzadas.
Todos los días, miles de nuestros hermanos mexicanos, centroamericanos y sudamericanos abandonan a sus familias, hogares y países para cruzar la frontera norte en busca del sueño americano. ¿Pero qué es lo que realmente les ofrece Estados Unidos que haga a tantas personas inmigrar? Cruzar la frontera norte es un calvario para todo aquel que lo intente, la pesadilla empieza desde México. El crimen organizado, pandillas e incluso las mismas autoridades hacen del trayecto de los migrantes una experiencia terrible. Esta experiencia va desde extorsiones hasta asesinatos, pasando por robos, agresiones sexuales, desapariciones forzadas.
Aunado a esas experiencias, falta todavía sobrevivir a la “bestia”, apodo para referirse al tren. Por desgracia muchas personas tienen accidentes al subir y bajar de tan peligroso compañero de viaje. En Veracruz seguido se puede leer en el periódico sobre migrantes que perdieron miembros inferiores o superiores, otros simplemente no la libran.
Como si lo antes mencionado fuera poco, tienen que luchar contra
la naturaleza humana. Sin dinero ni
conocidos tienen que comer lo que encuentran y cubrirse con lo que tengan a la
mano. Por fortuna se han creado grupos de apoyo como “las patronas” en Amatlán de los Reyes, Veracruz, quienes les ofrecen
comida, agua, ropa e incluso medicamento.
El Padre Alejandro Solalinde también realiza un excelente labor con el
albergue para migrantes “Hermanos en el camino” en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, y
como él, muchos más.
Retomando la pregunta sobre qué lleva a nuestros hermanos a
emigrar, creo que podemos dividir las razones en dos partes. Primero, los
estereotipos del sueño americano, el cómo nos dejamos manipular por los medios
quienes nos hacen creer, o nos “enseñan”, que Estados Unidos es un paraíso
donde nada nos faltará, donde con el mínimo esfuerzo podemos lograr lo
inimaginable. Programas populares como “La Rosa de Guadalupe” te cuentan la
historia de éxito de cómo los migrantes logran mantener una familia en el país
vecino del norte y les sobra para mandar mucho dinero a sus familiares del sur.
Risas, alegría, salud, felicidad, educación, oportunidades, todo eso y más lo
podemos encontrar en Estados Unidos, dicen.
Pero no todo es culpa de la manipulación en medios, nuestros
gobiernos tienen la mayor culpa. Al no encontrar oportunidades de crecimiento,
oportunidades laborales, económicas, educativas, de salud, y me atrevo a decir
que incluso oportunidades de felicidad, la desesperación nos lleva a ver al
norte, porque, nuestros vecinos del sur se encuentran en igual o peor condición.
Un grave error de la política de México es cuando se decide
que ciertos productos salen más baratos si los compran que si los producen,
entonces prefieren importar y no se preocupan por apoyar la producción de los
mismos. Esto quita muchas oportunidades a los productores nacionales que se
dedicaron toda la vida a esto y no encuentran espacio en el campo laboral, los
obligan a buscar otra salida.
Las oportunidades educativas son escasas pero el campo
laboral es competitivo, eso lleva a que una persona que no tuvo oportunidad de
continuar su educación después de la primaria acepte empleos donde los salarios
no son dignos o las jornadas laborales son brutales. Si tomamos en cuenta que
esta persona es padre de 5 niños y, con el creciente aumento de precios, no le
alcanza para alimentarlos y buscará otras oportunidades que, sobra decir, no
encontrarán en el país.
Ni hablar del sector salud, en este país la salud es para
los ricos, los que no tienen dinero para pagar una salud privada se tienen que
someter a un sistema de pésima calidad. Si tienen la suerte de ser atendidos
como se debe y merecen, el problema será
tener el dinero para comprar las medicinas.
Y así puedo seguir citando muchas razones por las cuales se
busca en otro país lo que no reciben en el suyo. Lo que nuestros paisanos no
saben es que con nuestros vecinos del norte encontrarán discriminación,
violencia física y psicológica, humillaciones y no serán libres. Si logran
encontrar trabajo es con jornadas laborales
inhumanas y sueldos demasiado bajos. Claro, hay excepciones, pero muy
pocas.
¿Es mejor quedarse en México? Lo ideal es que el gobierno
empiece a crear el sueño mexicano que invite a no buscarlo en otro lugar. Un país lleno de oportunidades, con una
economía sana, sin la enorme brecha económica con la que vivimos. Oportunidades
educativas para todos pero especialmente educación gratuita y de calidad que no
esté controlada por unos cuantos. Un
sistema de salud al que todos tengan acceso, donde no tengan que morir más
mexicanos por enfermedades curables pero que no tuvieron el dinero para
tratarse. Se deben generar empleos, se debe apoyar a las PYMES. Terminar con la
impunidad y rescatar una justicia real, cárceles llenas de culpables, calles
llenas de inocentes.
Pero bueno, diría el gobierno, ¿para qué lograr un sueño
mexicano? Tal parece que es más fácil esperar que otros lo resuelvan… Y claro,
¿Cómo terminar con las remesas si juegan un papel muy importante en el ingreso
total del país? Empecemos por amar a nuestro país y luchemos por
rescatarlo, es nuestro deber, obligación
y derecho como mexicanos, ¡logremos el sueño mexicano!
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