miércoles, 30 de enero de 2013

“Basta de ser espectadores” En memoria de Villas de Salvárcar

Por: @sandybell08, RED GENERACIÓN

A 3 años de la masacre de Villas de Salvárcar me pregunto porque no hicimos nada como sociedad, porque no despertamos y nos unimos en ese momento antes de que muchas vidas más fueran robadas a manos de personas que, estoy segura, no entienden que la guerra de Calderón era precisamente de Calderón y de sus secuaces, no de los ciudadanos. 


Hace tres años un grupo de estudiantes que se encontraban en una fiesta fueron asesinados por un grupo de sicarios, 15 jóvenes se sumaron a las cifras de Calderón. La justicia como en muchos casos en el país no ha llegado. Cuatro personas ya fueron sentenciadas, sin embargo los familiares de las victimas no tienen la certeza de que ellos sean los verdaderos culpables, e incluso madres de las victimas marcharon hombro a hombro con la madre de un presunto culpable, pedían justicia para todos.

Pero ante tremenda indiferencia por parte de la sociedad en el tema de justicia (y otros temas) yo me pregunto, ¿no nos volvemos cómplices al no exigir al gobierno que haga su trabajo? ¿No deberíamos ser millones de mexicanos haciéndonos escuchar ante la inseguridad? ¿No deberíamos estar organizados después de un sexenio de sangre?

Citando al escritor de fábulas griegas, Esopo, la unión hace la fuerza. Si, tal cual. Pero no, nosotros seguimos siendo una sociedad indiferente ante las desgracias que vemos como ajenas. Si en lugar de ser 50.000 o 200.000 (depende si la cifra es de Televisa o no) exigiendo seguridad, paz, justicia y respeto a los derechos humanos, fuéramos 10 millones (cifra baja para un total de 112 millones 336 mil 538) les puedo apostar que la clase política se preocuparía, pondría atención y tal vez nos escucharía.

¿De que sirve cargar el dolor que sentimos por nuestro país si no hacemos nada al respecto? Pero no, nunca lo hicimos en la magnitud correspondiente. No nos unimos al dolor de las madres que perdieron a sus hijos en Villas de Salvárcar,  no gritamos con las 49 familias que perdieron una hija o hijo en Guardería ABC, ni al grito de desesperación de 65 familias que perdieron a sus seres queridos en Pasta de Conchos o a la consigna de  miles de familias que siguen buscando a sus desaparecidos… no, no lo hicimos. No lo hicimos a la magnitud que se requería y luego, cuando quisimos hacerlo, ya eran 80.000 victimas tarde y contando.

En memoria del aniversario de Villas de Salvárcar dejo una reflexión: Las diferencias geográficas y sociales no son una barrera, tenemos que ir unidos por un ideal; la seguridad y el bienestar de las y los mexicanos sin importar estratos sociales ni ideologías.

 Debemos ser parte activa de la realidad que vivimos día a día y así, lograr un cambio tangible en la situación del país. Ya no podemos ser espectadores, si lo seguimos siendo podemos convertirnos en cómplices o peor aún en victimas.



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