Nota de La Jornada.
Médicos especialistas en la atención de diabetes y enfermedades
cardiovasculares aseguraron que los refrescos no son necesarios para la
alimentación de las personas, pues sólo proporcionan calorías vacías (sin
nutrimentos) y grandes cantidades de azúcares que contribuyen al problema del
sobrepeso y obesidad en el país, el cual ya representa una carga financiera
importante: 67 mil millones de pesos invierte el sistema nacional de salud en
la atención de los males asociados a esta condición física.
Antonio Gómez Mújica, presidente médico electo de la
Asociación Mexicana de Diabetes, afirmó que el principal detonante de la
alteración metabólica es el exceso de peso corporal, y todavía más cuando una
persona recibe el diagnóstico del padecimiento, porque ya lleva alrededor de 11
años con niveles elevados de glucosa.
En conferencia de prensa, Gómez también resaltó que los
mexicanos son más propensos a presentar diabetes por cuestiones genéticas, lo
que al conjugarse con un estilo de vida sedentario y una alimentación rica en
grasas, sal y azúcar, dan como resultado sobrepeso, obesidad y enfermedades
crónico-degenerativas como cáncer de colon, alteraciones osteoarticulares y
cálculos en la vesícula, entre otros.
Eduardo Meaney, secretario de la Asociación Mexicana para la
Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones, refirió los resultados de
una encuesta según la cual, hace 10 años los alimentos de mayor consumo en el
país eran la leche entera y los refrescos de cola. Las familias consumían
mensualmente alrededor de cuatro kilogramos de azúcar, más lo que contienen los
panes.
Beatriz Champagne, directora ejecutiva de la Fundación
Interamericana del Corazón, recordó que México está en la primera fila en cuanto
a consumo de refrescos en el mundo. Por eso, el proyecto para gravar estos
productos sería de beneficio para la salud de las personas, pues las acciones
voluntarias no son efectivas y toman demasiado tiempo para dar resultados.
Sobre la iniciativa promovida por el PAN en el Senado,
Constanza Gómez Mont, de la Plataforma Estratégica contra el Sobrepeso y la
Obesidad, resaltó la importancia de que los legisladores tomen en serio la
propuesta y contribuyan a que el país empiece a emprender acciones contra el
sobrepeso y la obesidad que afecta a 70 por ciento de la población.
En contraste, la Unión Nacional de Cañeros manifestó su
rechazo a la iniciativa de gravar con 20 por ciento al consumo de refrescos, al
considerar que la industria estaría en la disyuntiva de trasladar el costo del
impuesto al consumidor o procurar insumos de precio inferior.
Según sus cálculos, se dejarían de utilizar cerca de 500 mil
toneladas de azúcar de caña, lo que pondría en riesgo la economía de 12
millones de personas que viven de esa industria en 227 municipios cañeros de 15
estados de la República.
Su dirigente, Carlos Blackaller, afirmó que usar otros
insumos podría acentuar el problema de obesidad, ya que de acuerdo con diversos
estudios el jarabe de fructosa o los edulcorantes artificiales ocasionan la
acumulación de grasa en el organismo.
Las 500 mil toneladas estimadas por la agrupación, dijo,
representarían poco más del 9 por ciento de la producción nacional de caña de
azúcar, por lo que llamó a legisladores a rechazar la iniciativa y evitar daño
económico a los productores, que este ciclo enfrentan una caída de 30 por
ciento en sus ingresos, equivalentes a 8 mil millones de pesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario