lunes, 12 de noviembre de 2012

Los seis fantasmas de Jorge Hank Rhon


Jorge Hank Rhon. Foto: Octavio Gómez.
Jorge Hank Rhon no sólo destaca por sus excentricidades y excesos, sino por sus presuntas actividades criminales. El nombre del hijo del profesor Carlos Hank González –avecindado en Tijuana, donde erigió un emporio a base del juego– se menciona en una averiguación previa: Se le señala como cómplice o autor intelectual de seis homicidios. Las autoridades bajacalifornianas ya investigan el caso, que podría enterrar definitivamente las aspiraciones del mexiquense por gobernar su estado adoptivo.

PROCESO, JOSÉ GIL OLMOS, 10 DE NOVIEMBRE DE 2012 



MÉXICO, D.F. (Proceso).- La última vez que pisó la cárcel fue el 4 de junio del año pasado, acusado de tener ilegalmente 88 armas en su casino. Diez días después Jorge Hank Rhon salió libre por falta de pruebas y declaró jocoso: “Me sirvió para bajar ocho kilos. (Soy un) suertudo; de aquí pa’atrás, lo que pasó, pasó”.


Hoy que el empresario priista aspira por segunda vez al gobierno de Baja California se le señala como cómplice del asesinato de seis personas, según declaraciones del testigo protegido del gobierno federal, Carlos Fernando Vázquez Figueroa, quien trabajó varios años para el magnate de los casinos.

Según las declaraciones de este hombre –conocido con la clave Carolina– vertidas en la averiguación previa 5640/09/206 radicada en la Agencia Ministerial Investigadora de Delitos Dolosos de Mexicali, Hank Rhon y sus ahijados, los gemelos Jorge y Jerónimo Vera Ayala (el primero, preso por narcotráfico; el segundo, prófugo), además de ocho escoltas, habrían participado en los asesinatos de dos mujeres y cuatro hombres entre 2006 y 2010.

La averiguación previa –de la que Proceso tiene copia– fue dada a conocer la semana pasada por el semanario tijuanense Zeta, que desglosa el contenido de la declaración del colaborador protegido del gobierno mexicano y que se encuentra actualmente en Estados Unidos.

A pesar del escándalo de la revelación del documento, el gobierno del panista José Guadalupe Osuna Millán ha guardado silencio, lo mismo que Hank Rhon. La lectura política de los medios locales es que se trata de un golpe a las aspiraciones del empresario que intenta ser gobernador por el PRI.

Pero las acusaciones de su presunta complicidad en la muerte de una de esas seis personas no son nuevas. El 14 de junio de 2011 el procurador estatal Rommel Moreno Manjarrez, sin mencionar el nombre del testigo protegido, aseguró que había una declaración ministerial en la que se acusa a Hank de haber ordenado la ejecución de su nuera, Angélica María Muñoz Cervantes, el 13 de agosto de 2009.

A raíz de esta investigación el Ministerio Público dictó orden de arraigo contra el empresario, pero un juez determinó que no había elementos y Hank fue puesto en libertad la misma tarde del 14 de junio.

“Carolina”

El 27 de octubre de 2012 Vázquez Figueroa fue detenido en el hotel Regis de Mexicali, luego de que una denuncia anónima alertó sobre una venta de droga que se efectuaba en una camioneta que pertenecía al grupo de casinos Caliente –propiedad de Hank–, reportada robada el 24 de junio anterior en Tijuana.

Se supo entonces que Vázquez Figueroa, ciudadano estadunidense, era testigo protegido de la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO, ahora SEIDO) con el nombre clave deCarolina y es pieza clave en las acusaciones de homicidio y crimen organizado contra Hank Rhon y sus ahijados Jorge y Jerónimo Vera Ayala, hijos de su exjefe de escoltas Antonio Vera Palestina, preso en Puente Grande por el asesinato del periodista Héctor El Gato Félix Miranda.

A pesar de que el testigo colaborador fue detenido en Mexicali y que la procuraduría estatal lo requirió para ampliar sus declaraciones contra Hank y sus ahijados, días después Carolina –también conocido como El Comandante– fue puesto en libertad en Tijuana y luego trasladado a territorio estadunidense, donde también es testigo colaborador.

Al ser liberado éste, desde Puente Grande –donde purga una condena por crimen organizado–, Jerónimo Vera Ayala ordenó la publicación el pasado 30 de octubre de una carta a plana completa en el diario tijuanense El Mexicano. Ahí recrimina y amenaza al gobernador Osuna y al procurador Moreno.

Le hace las siguientes preguntas a Moreno: “¿Por qué gozaba de completa y absoluta libertad, el día 27 de octubre de este año el Testigo Protegido Delincuente CARLOS FERNANDO VÁZQUEZ FIGUEROA conocido como El Comandante o Carolina? ¿Consignará Usted como representante legal en nuestro Estado de la Institución del Ministerio Público al Testigo Protegido Delincuente CARLOS FERNANDO VÁZQUEZ FIGUEROA, conocido como El Comandante o Carolina por el robo de la camioneta blindada?

“¿Ayudará Usted al Testigo Protegido Delincuente CARLOS FERNANDO VÁZQUEZ FIGUEROA conocido como El Comandante o Carolina para que sea puesto en libertad y siga delinquiendo impunemente por ser su testigo-colaborador? ¿Me será permitido finalmente interrogar y carearme con el Testigo Protegido Delincuente CARLOS FERNANDO VÁZQUEZ FIGUEROA conocido como El Comandante o Carolina o me será denegado ese derecho, con algún avieso fin que solamente Usted podría explicar?

“¿Qué oscuras, nefastas e inconfesables negociaciones y compromisos ha adquirido el Gobierno del que Usted forma parte, que lo hacen favorecer una y otra vez al Testigo Protegido Delincuente CARLOS FERNANDO VÁZQUEZ FIGUEROA conocido como El Comandante o Carolina permitiéndole pasearse ‘como Pedro por su casa’ en el Estado, cometiendo delitos de alto impacto que afectan a la ciudadanía en general y que han robado la paz y la tranquilidad a los ciudadanos de Mexicali en lo particular?”

Y reta al gobernador: “Piense Usted bien, pero muy bien las respuestas (públicas) que dará a mis cuestionamientos ciudadanos, pues sepa que cuento con pruebas documentales públicas, además de videos e imágenes, que comprueban todas y cada una de mis afirmaciones contenidas en este escrito y pienso desenmascarar su falsedad públicamente, si se atreve a mentir en este asunto del que dependen mi vida y mi libertad.

“Ahora que si he tocado una fibra demasiado sensible en esa enferma y torcida relación que sostienen Usted y los gobiernos Federal y del Estado en un afán de golpear a sus adversarios políticos sin miramiento alguno al sufrimiento que han infringido (sic) y continúan infringiendo (sic) a ciudadanos inocentes, a familias enteras en su afán desmedido de poder, entonces permanezca como es su costumbre callado, que su silencio será la respuesta menos indigna que pueda darme, sin verse obligado a recurrir a la mentira”.

(Fragmento del reportaje que se publica esta semana en Proceso 1880, en circulación)



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