Nota de La Jornada.
El próximo gobierno federal encontrará un país con alta
desigualdad, donde el ingreso de las familias ha caído, hay mayor cobertura de
servicios de salud y educación, pero la calidad es un pendiente, y donde los
precios de los alimentos, tan sólo este año, aumentaron el doble de la
inflación.
En la presentación del informe Evaluación de la política de
desarrollo social 2012, Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),
sostuvo que una sola secretaría no resolverá la pobreza, ya que no puede atacar
todos los factores que inciden; se requieren la participación de más
dependencias.
Acompañado de investigadores académicos del organismo
refirió en su exposición que ha habido avances en rubros como servicios básicos
y en el gasto social, que creció 88 por ciento entre 2000 y 2011, pero el
ingreso de los hogares cayó.
Consideró que hay retos como el hecho de que los programas
de desarrollo social no están asociados a derechos y se han confundido las
causas de la pobreza con los efectos.
Además, la protección social ha crecido de manera poco
organizada, es débil la coordinación entre dependencias federales y en los
estados para entregar los beneficios a la población vulnerable. Hay una gran
dispersión de programas sociales: a nivel federal hay 273, y 2 mil 391 acciones
estatales; hay una gran dispersión de programas sociales, cada año crecen las
acciones y programas con una lógica más política que de resultados.
La desigualdad es de tal magnitud que el decil más rico gana
25 veces más que el más pobre; otro ejemplo es que la desnutrición entre niños
indígenas es el doble del promedio nacional.
En cuanto al rubro salud estimó que hay un sistema
segmentado, descoordinado y con inequidades en cuanto a la infrestructura.
Entre los pendientes está reducir la mortalidad materna, pues no se cumplirá
esta meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015, ya que en la
actualidad mueren 50 mujeres por cada 100 mil niños nacidos vivos y el objetivo
es llegar a 22.
Destacó, asimismo, que durante este año hubo un aumento
importante en los precios de la canasta alimentaria, la cual ha sido de dos a
tres veces más alta que la inflación; productos como frijol subieron 22 por
ciento y el huevo 20 por ciento. El próximo gobierno tiene un reto en materia
de alimentación, señaló.
Sobre Oportunidades, que el próximo gobierno prevé mantener,
Hernández Licona destacó que ha logrado que los jóvenes estén en mejor posición
para enfrentar el mercado laboral, pero el problema ha sido que éste no ha
respondido, no hay empleos.
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