Cerca de 800 obras, entre estampas, piezas arqueológicas, catálogos, artesanías, pósters, fotografías y otros objetos, del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo (1902-2002) serán expuestas a partir del 22 de noviembre en el Museo del Palacio de Bellas Artes, en esta ciudad.
En entrevista, Horacio Fernández, curador de la exhibición, aseguró que se trata de “Manuel Álvarez Bravo. Una biografía cultural”, una exposición con la que se busca ofrecer un acercamiento no sólo al trabajo fotográfico del artista de la lente, sino a su mundo cultural y a su pensamiento.
“Queremos exhibir las cosas que le gustan, lo que coleccionaba, la manera en que se acercaba a las cosas y se inspiraba para crear su trabajo artístico”, indicó.
La muestra, que se presenta en el marco del 110 natalicio y a 10 años de la muerte de quien fuera uno de los padres de la fotografía moderna, mostrará por primera vez una faceta sólo conocida por la familia y amigos cercanos del llamado “poeta de la luz”.
“La idea es contar no sólo su biografía cultural, sino contar como un artista se vuelve un artista, sus referencias, mundo particular, las cosas que le gustan, que le hacían trabajar, ese tipo de motivos. La muestra pretende ser un intimo de su vida y obra”, dijo.
Convencido de que el arte del siglo XX es la fotografía, Fernández refirió se mostrará a un Álvarez Bravo “refinado y rico que rompe el esquema de que el fotógrafo es una especie de técnico con suerte, al apretar el botón en circunstancias ‘x’ y sus fotos son buenas”.
Organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Asociación Manuel Álvarez Bravo, la muestra hablará de su pasión por la colección de piezas arqueológicas y estampas, estas últimas en las que se incluyen temas como el Renacimiento, sobre Pablo Picasso y Guadalupe Posada.
Igualmente, se expondrá la relación que tuvo con varios personajes de la vida cultural internacional de la época, entre ellos, Rufino Tamayo y Paul Strand, así como la admiración que tenía por otros artistas de la lente, como Robert Frank.
De acuerdo con Fernández, Álvarez Bravo fue un artista que influenció a fotógrafos más jóvenes que él, entre ellos, Graciela Iturbide y Pablo Ortiz Monasterio.
“Manuel fue un fotógrafo que hizo toda su obra en México y consiguió hacer una obra que interesa tanto aquí como en el extranjero. Fue un artista que trascendió fronteras y obtuvo un interés muy rico, lo cual es fabuloso y especial”, comentó, al tiempo que refirió que se busca acercar al público el mundo cultural de Álvarez Bravo, a fin de comprenderlo y conocerlo.
“Manuel Álvarez Bravo. Una biografía cultural” estará abierta hasta finales de marzo del 2013.
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