Resumen de La Jornada.
Corrupción policial, narcotráfico, prostitución y maras, son
los peligros que acechan a los migrantes centroamericanos que intentan cruzar a
México para llegar hasta Estados Unidos y que el cineasta Luis Mandoki refleja
en La vida precoz y breve de Sabina Rivas, estrenada hoy en la Semana
Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
El proyecto llegó a manos del director de Vidas inocentes
por medio del productor Abraham Zabludovsky, que se empeñó en llevar a la gran
pantalla La mara, libro del fallecido escritor y periodista Rafael Ramírez
Heredia.
Abraham tenía un compromiso de que (la película) se iba a
hacer y de la manera correcta, explicó Mandoki, y el productor vio en él a la
persona idónea para el proyecto, tanto por su compromiso con la lucha contra la
injusticia como por su capacidad para trabajar con grandes mecanismos de
producción, tras su experiencia en Hollywood.
“Sentimos que el personaje de Sabina Rivas era el alma de
esta historia, porque era el símbolo del personaje migratorio: indefenso,
inocente, que simplemente quiere una vida mejor.
Más allá de la situación de los migrantes centroamericanos,
considera que la violencia que se vive en el país provocó una especie de
cinismo entre la población. “La gente se acostumbra; es como una especie de
anestesia social, en la que ya no sientes nada.
Hace dos o tres décadas veíamos en Colombia esa guerra
contra el narcotráfico, en la que constantemente había muertos y violencia, y
lo veíamos en la distancia. Ahora México se volvió Colombia, si no es que algo
peor.
¿Y qué le parece al cineasta la lucha contra la violencia y
el narcotráfico adoptada por el presidente saliente, Felipe Calderón?, se le
preguntó.
“No es la estrategia adecuada. La guerra contra el narcotráfico
es algo que tienes que tratar con inteligencia, con infiltración, con
estrategia, y yo no veo estrategia. Veo simplemente un intento por legitimar
una situación de un presidente que llegó al poder sin legitimidad”, opinó
Mandoki, quien tras las elecciones de 2006 realizó un documental sobre las
acusaciones de fraude del candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel
López Obrador.
“Al poco tiempo (Calderón) se dio cuenta de que (la lucha
contra el narcotráfico) era una guerra perdida y no sé por qué razón decidió
continuar con ella a pesar del costo humano.”
Del presidente electo, Enrique Peña Nieto, espera un cambio
de estrategia, que se saque al Ejército de las calles. Sin embargo, no se ha
dicho nada al respecto, apuntó el cineasta, para quien también en las recientes
elecciones presidenciales hubo fraude.
Genera una sensación de impotencia, de que las cosas no
cambien, dijo Mandoki respecto de la decisión de los tribunales de validar la
victoria de Peña Nieto. Y, sin embargo, creo que los cambios grandes no suceden
de la noche a la mañana.
Para Mandoki, el final de la espiral de narcotráfico y la
violencia en México depende de que haya voluntad política. En Colombia la hubo,
hubo una decisión política; en México todavía no veo esa decisión.
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