viernes, 26 de octubre de 2012

La violencia en México ha causado anestesia social, advierte Mandoki


Resumen de La Jornada.
Corrupción policial, narcotráfico, prostitución y maras, son los peligros que acechan a los migrantes centroamericanos que intentan cruzar a México para llegar hasta Estados Unidos y que el cineasta Luis Mandoki refleja en La vida precoz y breve de Sabina Rivas, estrenada hoy en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
El proyecto llegó a manos del director de Vidas inocentes por medio del productor Abraham Zabludovsky, que se empeñó en llevar a la gran pantalla La mara, libro del fallecido escritor y periodista Rafael Ramírez Heredia.
Abraham tenía un compromiso de que (la película) se iba a hacer y de la manera correcta, explicó Mandoki, y el productor vio en él a la persona idónea para el proyecto, tanto por su compromiso con la lucha contra la injusticia como por su capacidad para trabajar con grandes mecanismos de producción, tras su experiencia en Hollywood.
Mandoki, quien compite por la Espiga de Oro en la sección oficial de la Seminci, expresó la conmoción y fuerte impacto que sintió al leer el libro. De hecho, le pareció imposible adaptarlo al cine. Sin embargo, el productor insistió y la maquinaria de guión se puso en marcha para tejer la historia de la hondureña Sabina Rivas (Greisy Mena) y sus desesperados intentos por escapar del prostíbulo y cruzar a México, puerta a Estados Unidos.
“Sentimos que el personaje de Sabina Rivas era el alma de esta historia, porque era el símbolo del personaje migratorio: indefenso, inocente, que simplemente quiere una vida mejor.

Más allá de la situación de los migrantes centroamericanos, considera que la violencia que se vive en el país provocó una especie de cinismo entre la población. “La gente se acostumbra; es como una especie de anestesia social, en la que ya no sientes nada.

Hace dos o tres décadas veíamos en Colombia esa guerra contra el narcotráfico, en la que constantemente había muertos y violencia, y lo veíamos en la distancia. Ahora México se volvió Colombia, si no es que algo peor.

¿Y qué le parece al cineasta la lucha contra la violencia y el narcotráfico adoptada por el presidente saliente, Felipe Calderón?, se le preguntó.

“No es la estrategia adecuada. La guerra contra el narcotráfico es algo que tienes que tratar con inteligencia, con infiltración, con estrategia, y yo no veo estrategia. Veo simplemente un intento por legitimar una situación de un presidente que llegó al poder sin legitimidad”, opinó Mandoki, quien tras las elecciones de 2006 realizó un documental sobre las acusaciones de fraude del candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

“Al poco tiempo (Calderón) se dio cuenta de que (la lucha contra el narcotráfico) era una guerra perdida y no sé por qué razón decidió continuar con ella a pesar del costo humano.”

Del presidente electo, Enrique Peña Nieto, espera un cambio de estrategia, que se saque al Ejército de las calles. Sin embargo, no se ha dicho nada al respecto, apuntó el cineasta, para quien también en las recientes elecciones presidenciales hubo fraude.

Genera una sensación de impotencia, de que las cosas no cambien, dijo Mandoki respecto de la decisión de los tribunales de validar la victoria de Peña Nieto. Y, sin embargo, creo que los cambios grandes no suceden de la noche a la mañana.

Para Mandoki, el final de la espiral de narcotráfico y la violencia en México depende de que haya voluntad política. En Colombia la hubo, hubo una decisión política; en México todavía no veo esa decisión.

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