Comentario de neo.xkyzer0: Con eso que la gente "quiere creer" en vez de razonar...
Por: Juan Pablo Proal
En: Proceso
Contenido original en: http://www.proceso.com.mx/?p=323979
Con presencia en 165 países, la Iglesia de la cienciología, fundada
hace más de 60 años por el estadunidense Ronald L. Hubbard, volvió a
solicitar hace unas semanas el reconocimiento de la Secretaría de
Gobernación como organización religiosa, petición que le fue denegada en
1999. Sobre esta agrupación recaen infinidad de señalamientos en varias
partes del mundo por delitos tan diversos como trata de personas,
extorsión y hasta homicidio.
En
los últimos años, investigadores y especialistas han coincidido en
señalar que la cienciología degeneró en una secta altamente peligrosa, y
no obstante las advertencias se encuentra a punto de obtener su
registro como agrupación religiosa en México.
En su edición del
pasado 13 de septiembre, el Diario Oficial de la Federación publicó la
solicitud de registro como agrupación religiosa promovida por la Iglesia
de la cienciología. A su vez, la Dirección General de Asociaciones
Religiosas, dependiente de la Secretaría de Gobernación, consideró que
la organización fundada por el estadunidense L. Ronald Hubbard cumplió
con los requisitos establecidos por la Ley de Asociaciones Religiosas y
Culto Público para obtener su reconocimiento.
Desde su fundación,
la cienciología ha enfrentado serias acusaciones por incurrir
presuntamente en abortos forzados, trata de personas, extorsiones,
fraudes e incluso asesinatos.
El psicólogo clínico y
psicoterapeuta Miguel Perlado, fundador y presidente de la Asociación
Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico, quien cuenta
con 13 años de experiencia en el tratamiento de pacientes afectados por
sectas, advierte que la cienciología “busca legitimar un discurso bajo
el pretexto religioso”. De esta manera, explica, “todas las actividades
claramente manipuladoras y explotadoras quedan encubiertas bajo el manto
de un marco jurídico-religioso”.
Por su parte, la investigadora
Myrna García, cofundadora, consejera y coordinadora general de la Red de
Apoyo a las Víctimas de Sectas, advierte que la dianética no reúne las
características para que se le considere como agrupación religiosa. “Es
–dice– un negocio claramente sectario; estamos hablando de una empresa
que se dedica a vender cursos… extorsiona a las personas”.
La
Iglesia católica tampoco ve con buenos ojos la posible inclusión de la
cienciología en la lista de agrupaciones religiosas reconocidas por el
gobierno. El secretario general de la Conferencia del Episcopado
Mexicano, Víctor René Rodríguez Gómez, plantea: “Nos sorprendería mucho
que la Secretaría de Gobernación aprobara a esta institución que a nivel
mundial ha generado tanta controversia”.
En su defensa, Jonathan
Marduk, vocero de la Iglesia de la cienciología en México, argumenta:
“Nuestra creencia fundamental es que la salvación del hombre y su
acercamiento a Dios se consiguen a través del conocimiento”.
Emporio
La
cienciología no ha dejado de estar asociada a la polémica. Desde hace
varios años, disidentes de este movimiento, expertos en temas
religiosos, gobiernos e investigaciones periodísticas coinciden en que
se trata de algo peor que una secta. Es “una mafia”, sostienen.
La
dianética fue fundada a comienzos de los cincuenta por el estadunidense
L. Ronald Hubbard en Los Ángeles, California. En la actualidad el
movimiento tiene 8 mil 600 iglesias, así como misiones y grupos en 165
países.
En su libro El cerebro de Broca, el científico Carl Sagan
refiere que Hubbard, quien se ganaba la vida como escritor de ciencia
ficción, creó la cienciología a raíz de una apuesta: “Tenía que
inventarse una religión y ganarse la vida con ella”.
En El
infierno de las sectas el historiador español César Vidal Manzanares
narra una historia similar atribuida al propio Hubbard: “Escribir a
centavo por palabra es ridículo. Si un hombre desea realmente ganar 1
millón de dólares, la mejor manera que tiene de hacerlo es fundando su
propia religión”.
En 1950 Hubbard publicó Dianética: la ciencia
moderna de la salud mental. Este libro fue tomado como basamento
filosófico de la organización: una amalgama de credos orientales. Dentro
de la cienciología, a este escritor se le considera un genio que llegó a
dominar múltiples disciplinas. Pero en la biografía titulada ¿Mesías o
loco?, su hijo mayor, Ronald Hubbard júnior, el más notorio detractor de
este personaje, afirma que “el 99% de todo lo que dijo o escribió” su
padre sobre sí mismo “es mentira”.
Hubbard murió en 1986 después
de seis años de inactividad, y hasta ahora se carece de información
clara en torno a las causas de su fallecimiento. Distintas versiones se
difundieron entonces, entre ellas la de un posible asesinato.
La
dianética llegó a México a comienzos de los sesenta y en 1998 tramitó su
registro como asociación religiosa. Aunque al principio procedió su
solicitud, la Dirección General de Asociaciones Religiosas consideró
insuficientes los documentos presentados, y un año después rechazó la
petición.
Según información proporcionada por el movimiento, en la
actualidad éste cuenta con 5 mil 500 integrantes en el Distrito
Federal, “mientras que en toda la República son cerca de 140 mil los
mexicanos que se han acercado a scientology”.
–¿A qué se debe que esta agrupación tenga tantos detractores? –se le pregunta a Perlado.
–El fin y el aceite que engrasa toda la maquinaria de la cienciología es meramente económico.
El
especialista asegura que la dianética reúne todas las características
de una secta religiosa: persigue sin tregua a los disidentes, comete
abusos emocionales contra sus miembros, privilegia la explotación
económica, impide el diálogo interreligioso y promueve la intolerancia.
En
México la organización tiene 12 inmuebles y representaciones en el
Distrito Federal, León, Guadalajara, Puebla y Monterrey. Afuera de sus
oficinas puede verse a hombres trajeados que abordan a los transeúntes
para que se sometan a un “test de estrés”. Este es el primer contacto;
posteriormente, a los prospectos se les ofrecen cursos de bajo costo
para mejorar su rendimiento en distintos ámbitos de la vida.
El
movimiento cuenta con áreas cuyas actividades incluyen la asesoría
empresarial y el combate a las adicciones. Conforme los adeptos se
compenetran con la secta, los cursos suben de precio y también aumenta
el tiempo que los seguidores dedican a su entrenamiento y capacitación.
Amenazas
La
ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público de México advierte que
una agrupación religiosa debe abstenerse de privilegiar los fines
lucrativos, respetar cultos diferentes y fomentar la tolerancia.
César
Velasco es un exintegrante del culto. Mientras permaneció en éste se
gastó más de 500 mil pesos en cursos. Desertó de la agrupación cuando su
hija le contó que uno de los directivos la había violado.
Entonces le
envió un escrito a Margarita Ibáñez, encargada de asuntos legales de la
cienciología, para exigir que Alejandro Aristi, señalado como
responsable del delito, fuera sometido a una sanción.
El “castigo”
que le impusieron al presunto violador fueron 300 horas de trabajo.
Velasco consideró insuficiente la sanción, lo que bastó para que se le
declarara “supresivo”, el equivalente a persona no deseable (Proceso
1846). A partir de esta designación, Velasco no puede hablar con sus
familiares que permanecen dentro de la agrupación.
En entrevista
con este semanario, Velasco sostiene que la cienciología fomenta la
intolerancia y sus fines son estrictamente mercantiles:
“El simple
hecho de que cuando te expulsan de la congregación sólo puedes hablar
con un miembro de la organización –conocido como jefe de justicia
internacional– es bastante dañino para la salud mental.”
La
fundadora de la organización de Red de Apoyo a las Víctimas de Sectas,
Myrna García, advierte que la dianética es una de las sectas más
dañinas. Su principal característica, apunta, es cobrar por los cursos
que imparte. Los iniciales cuestan alrededor de 250 dólares, y conforme
se avanza en los talleres y diplomados llegan a costar sumas
estratosféricas. El adepto se endeuda con los bancos y termina en
bancarrota trabajando para la organización. Si desea abandonarla,
precisa García, el jurídico de la secta le cobra todos los adeudos
pendientes.
“Estamos hablando de un grupo totalitario y de
coerción, un grupo que extorsiona a las personas”, sostiene la
investigadora y experta en demografía.
Añade que las víctimas de
la secta cumplen con el perfil que la Asociación Americana de
Psiquiatras en Estados Unidos utiliza para diagnosticar el Trastorno de
la Personalidad por Dependencia: muestran dificultad para tomar
decisiones cotidianas, necesidad de que otros asuman la responsabilidad
de sus actos, miedo a la soledad y preocupación excesiva ante el riesgo
de ser abandonados.
En su edición 1846, Proceso presentó
testimonios de exintegrantes de la secta en México. Se consignó el caso
de Rafael Gómez, quien de ser un empresario exitoso terminó trabajando
17 horas para la agrupación, sin derecho a prestaciones y con un salario
promedio de 200 pesos semanales. También se incluyó la historia de
Adrian Kelsey, a quien se le negó la posibilidad de visitar a su hija
Estefanía debido a que fue declarado “supresivo”.
Luego de la
publicación del reportaje, varios de los disidentes que ofrecieron su
testimonio a este semanario aseguraron que fueron amenazados. Dos de
ellos decidieron que no hablarían más del tema.
El 25 de agosto de
2011, la Procuraduría General de la República (PGR) emitió el boletín
1722, en el que dio a conocer que Alex Spatz, integrante de la
Organización del Mar, brazo operador de la cienciología, fue condenado a
seis años de prisión por el delito de trata de personas en contra de
una colombiana.
Rafael Gómez, exmiembro de la Organización del
Mar, reveló que en el número 29 de la calle Río Rhin, en la colonia
Cuauhtémoc del Distrito Federal, sede de la agrupación, viven
extranjeros con visas de turistas trabajando en condiciones infrahumanas
para sacar adelante los proyectos de la secta.
Consultado acerca
de las acusaciones que se han hecho en contra de la cienciología, el
vocero de la organización, Jonathan Marduk, sostiene:
“Con todo
respeto, esto es una generalidad y más bien usted está hablando de tres o
cuatro individuos cuyas calumnias y extorsiones están, a esta fecha, en
manos de la autoridad y bajo investigación penal, por lo que no me
pronunciaré al respecto.”
Ventajas del registro
México
no es el único país donde exmiembros de la organización la acusan de
incurrir en diversos delitos. En octubre de 2009 la dianética fue
multada en Francia con 600 mil euros por el delito de estafa. En Rusia,
el Consejo Religioso del Distrito Autónomo de Janti-Mansi prohibió los
materiales de Hubbard por considerarlos de contenido extremista.
A
su vez, el gobierno alemán calificó a la agrupación de “muy peligrosa y
con tendencia autoritaria”. En Estados Unidos, Grecia, Inglaterra,
España y Australia, ha sido objeto de denuncias promovidas por algunos
de sus exintegrantes.
La BBC, la revistas Time, The New Yorker y
muchos medios más han publicado historias referidas a casos de extorsión
y abusos por parte de los directivos de la dianética en contra de
varios adeptos del movimiento en diversos países. Y no sólo eso: hay
decenas de sitios en internet donde disidentes acusan a la cienciología
de haber provocado la muerte de personas, entre ellas Lisa McPherson y
Alexander Jenzsch.
“Son falsedades calumniosas. Prueba de ello es
que no existe una sola sentencia firme que corrobore semejantes
alegaciones. Por el contrario, más de 100 expertos de universidades
renombradas a nivel internacional han realizado estudios serios y
rigurosos, algunos por varios años, emitiendo conocidos informes y
dictámenes académicos sobre la práctica, creencias y culto de
scientology”, afirma Jonathan Marduk.
El 12 de diciembre de 2011,
la cienciología presentó su solicitud formal ante la Dirección General
de Asociaciones Religiosas para que se le considere como agrupación
religiosa.
Esta oficina, perteneciente a la Secretaría de
Gobernación, resolvió que el culto “acreditó los requisitos” y, en
consecuencia, el pasado 13 de septiembre publicó la solicitud en el
Diario Oficial de la Federación. El trámite establece que en los
siguientes 20 días hábiles, quienes estén en desacuerdo con la petición
pueden interponer un recurso de inconformidad. Una vez que la
dependencia analice los documentos respectivos, procederá a tomar una
decisión definitiva.
–¿Cuál es el fin de este trámite? –se le pregunta a Perlado.
–De
esta manera la iglesia podrá legitimarse religiosamente a fin de
ocultar sus fines primordialmente mercantiles. Asimismo, podrá acceder a
beneficios económicos mediante donativos y exenciones fiscales, amén de
contar con más herramientas para desacreditar a sus detractores.
A
su vez, el vocero de la agrupación plantea: “Para nuestra iglesia el
registro es meramente eso, un registro. No cambia la práctica ni
observancia de nuestra doctrina religiosa”.
Y agrega que si bien
su agrupación cumple con todos los requisitos para obtener el registro,
ha sufrido una campaña sistemática de descrédito orquestada por la
agrupación de extrema derecha El Yunque. Cita como ejemplo un artículo
de Enrique Aranda Pedroza, columnista de Excélsior, a quien asocia con
la organización ultraderechista.
Para Rafael Gómez, el registro de
la cienciología como agrupación religiosa podría ser benéfico, pues las
quejas y conflictos en torno a esta secta podrán ser atendidos por las
autoridades mexicanas de manera expedita.
La Iglesia católica
piensa diferente. El secretario general de la Conferencia del Episcopado
Mexicano, Víctor René Rodríguez Gómez, pide a la Secretaría de
Gobernación que sea muy cuidadosa con las agrupaciones a las que concede
registro. Menciona el caso del culto a la Santa Muerte, al que primero
Gobernación le otorgó el registro, aunque después decidió anularlo “por
desviar gravemente los fines establecidos en sus estatutos”.
Miguel
Perlado anticipa que de otorgársele el registro a la cienciología,
vendrá una nueva etapa para las sectas en el país, al dejarse abierta la
entrada para que muchos más cultos peligrosos sean oficializados.
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