7 de Marzo de 2013
El 5 de marzo del año 2013 se convertirá seguramente en una fecha histórica para Venezuela, que recodará con nostalgia el día de la muerte de su presidente: Hugo Rafael Chávez Frías.
Hoy muchos venezolanos lloran su ausencia sin poder comprender como su máximo representante, aquella figura que cobijó generaciones a lo largo de casi quince años en el poder y a quien refrendaron su confianza en las pasadas elecciones, fue extinguiendo paulatinamente esa personalidad extrovertida y carismática tan familiar en la cotidianidad política y en el acontecer mundial. Esa voz rimbombante que permeaba en la conciencia venezolana ha dejado de escucharse para dar paso a una cruda incertidumbre que pone en jaque al país. La República de Venezuela no está segura sobre quién deba o pueda dirigir los destinos del país. La balanza es pareja entre alguien de la confianza del anterior gobierno “chavista” o quizá el lado de la oposición asuma el mando.
Es imposible eludir la influencia política, militar y económica de Hugo Chávez, que le permitía (por ejemplo) ubicar a su país como el cuarto productor de petróleo en el mundo, así como mantener relaciones con países del Norte, del Centro y de Sudamérica como son Bolivia y Cuba a quienes suministraba petróleo a bajos costos.
Su régimen llegó a crear distanciamiento y ciertas hostilidades políticas con Estados Unidos de Norteamérica al considerarlo como un “imperialismo yanqui” que ha ejercido dominio sobre muchas naciones tecnológica y económicamente. Fue la contraparte de EUA con un gobierno socialista que llegó a aliarse con potencias de Medio Oriente como Irán, quien es un fuerte enemigo del gobierno norteamericano.
Su ausencia física seguramente provocará muchos cambios en las relaciones internacionales, nuevas relaciones políticas que todavía representan una incógnita, en especial las relaciones con Estados Unidos.
¿Seguirá conservando la comunidad venezolana la unidad a la que Chávez los convocó? La respuesta está en el aire.
Hugo Chávez es hoy un referente para la política internacional, en la historia política quedará su carisma, su rostro afable y la participación que tuvo en todas las cumbres que tenían que ver con los países y la política latinoamericana.
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