Las pinturas se empleaban como un ritual para honrar a los
gobernantes o nobleza.
Científicos españoles y mexicanos han trabajado juntos para
descubrir, en las urnas de la zona arqueológica de Teotihuacán, restos de
cosméticos que se empleaban con fines funerarios entre 200 y 500 d. C.
Del contacto con investigadores de la Universidad Nacional
Autónoma de México que trabajaban en las mismas zonas que los de la Universitat
Politècnica de Valencia, surgió el proyecto para conocer la composición y
funcionalidad de los cosméticos que se encontraron en las vasijas. Ahora sus
resultados se publican en el Journal of Archaelogical Science.
La conclusión a la que hemos llegado por la estructura de
los pigmentos encontrados es que son restos de cosméticos que se utilizaban en
ritos posteriores al enterramiento. En aquella época había costumbre de hacer
periódicamente cultos en recuerdo de los fallecidos de la alta nobleza”,
aseguró a SINC María Teresa Domenech Carbo, directora del Instituto
Universitario de Restauración del Patrimonio de la Universitat Politècnica de
València y autora principal del estudio.
En esos ritos, el sumo sacerdote de la ciudad celebraba una
ceremonia en las casas de los ciudadanos más notables, nobles, príncipes o
reyes, porque en aquella época se enterraba a los muertos en las mismas
viviendas, en el subsuelo de las casas.
El sacerdote iba a la vivienda y con la familia presente se
homenajeaba al difunto. Los cosméticos los empleaba el oficiante de la
ceremonia y formaban parte del rito. Por los restos de partículas carbonosas
encontrados, cabe pensar que se quemaron materiales aromáticos y el sacerdote
pintaría parte de su cuerpo con esos pigmentos. Además, es probable que
exhumaran el cadáver y lo “redecorasen” también”, explica Domenech.
El sacerdote iba a la vivienda y con la familia presente se
homenajeaba al difunto".
Aunque podría pensarse que los materiales de estas urnas
pertenecieron al difunto en vida, y que, como hacían los egipcios, se podrían
haber introducido en la tumba para que acompañaran al muerto en su “nueva
vida”, el hecho de que no llevasen ningún tipo de aglutinante, que permite que
se fije a la cara o al cuerpo el maquillaje, indica que tenían un carácter
simbólico.
No es muy frecuente encontrar productos cosméticos en las
excavaciones arqueológicas de América. Estos son los primeros que se analizan
de forma seria y sistemática en este continente”, asegura la investigadora.
En Europa y África, sobre todo en países como Italia y
Egipto, el análisis de productos cosméticos es más común.
Teotihuacan es uno de los lugares arqueológicos más
importantes y visitados de México, al encontrarse cerca de la ciudad de México
y por su espectacular gran pirámide.
Los científicos hallaron materiales que proceden del entorno
de Teotihuacan, como pigmentos de roca pulverizada de características
volcánicas y otros de tipo arcilloso, pertenecientes al contesto geológico de
esta zona.
Sin embargo, algunos restos, como las partículas de mica y
de jarosita encontradas, no son propios de este entorno y probablemente se
importaron de diferentes partes de México, lo que indica que había comercio.
No es algo sorprendente porque esta ciudad dominaba toda el
área mesoamericana, y concretamente en determinadas zonas del sur se demuestra
que había un comercio fluido”, apunta la investigadora.
Por otro lado, la aparición de estos restos con el cuerpo de
un difunto es un indicador de su estatus social. “A no ser que fuera una persona
muy destacada de esta civilización no se le enterraba con estos productos
cosméticos. La persona fallecida tendría que haber ocupado un puesto importante
en la sociedad, ser un rey, un príncipe o un alto noble”, asegura la experta.
Fuente: Revista Quo.
http://quo.mx/2013/01/08/expediente-q/teotihuacanos-maquillaban-a-sus-muertos?utm_source=feedburner&utm_medium=twitter&utm_campaign=Feed%3A+QUO%2Frevista-quo-mexico+%28QUO%29