Nota de Sin embargo.
En las zonas serranas de Chihuahua y Sinaloa se vive, en las
últimas semanas, una nueva ola de terror. Dicen que se trata de un reacomodo de
fuerzas. Que La Línea se reagrupó allá después de perder Ciudad Juárez frente a
“El Chapo” Guzmán, y que los Beltrán Leyva y hasta Los Zetas disputan el
territorio al tú por tú. Mientras, Tamaulipas y Coahuila se han tranquilizado
(exepto Torreón).
En el primer estado, porque el cártel del Golfo está muy
golpeado y Los Zetas dominan sobre todo lo que se mueve; en el segundo, porque
la escalada de violencia condujo a muchos muertos de los que sí importan a las
autoridades y bandos criminales: jefes del narco, el hijo de un político
famoso, etcétera.
En Michoacán, Guerrero y Jalisco hay un pleito palmo por
palmo. Y en el Estado de México y el Distrito Federal se disputan los
consumidores, las bodegas y las rutas. No dibujo un mapa de guerra, aunque lo
es pero está incompleto. En realidad lo que hago es tomar una polaroid de lo
que se ve en estos momentos. Mañana esto cambiará, porque “El Chapo”, los
Beltrán Leyva, Los Caballeros Templarios, Los Zetas, La Línea o los que sean
desplazarán gente a la sierra y habrá repliegues y matanzas y todo lo que ya
sabemos y hemos visto durante años, muchos: los años de Felipe Calderón. Lo que
digo es que el país está en guerra, y es una guerra con las mismas
características del pasado. Se aplacan unos lugares porque gana un grupo
armado, y se ponen calientes otros porque se lo pelean. Como sucede en las
afueras de Guadalajara, o en Culiacán, Mazatlán, etcétera. Los malandros mandan
en eso hoy, como antes: ellos dicen en dónde habrá balas y sangre. El país está
a su disposición y es un simple mapa de rutas, plazas, consumidores; es terreno
para vendettas, cobros de cuentas, etcétera. Y mientras esto sucede, mientras
empiezan a dispararse afuera de nuestras casas (para quienes estén en una
región que no tiene violencia en este momento), las preguntas: ¿En dónde está
la estrategia para apaciguar al país? ¿En dónde está el programa de rescate de
barrios, de familias? ¿En dónde está, en pocas palabras, Enrique Peña Nieto, y
en dónde quedaron las promesas? Hasta hoy, lo único que hemos visto es que Peña
Nieto copia la misma estrategia de Calderón. “La estrategia de la presente
administración en contra del crimen y la delincuencia organizada rinde frutos y
reporta avances del 1 al 31 de diciembre, informó el subsecretario de
Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación (Segob), Eduardo
Sánchez”, decía una nota de la agencia informativa gubernamental, Notimex,
apenas el 4 de enero pasado. Agregaba: “Detalló que en el primer mes de gestión
del presidente Enrique Peña Nieto, las acciones preventivas reportan la
detención de 854 personas, aunque lamentó la muerte de un servidor público en
el cumplimiento de su deber y de 69 delincuentes”. Otra vez números. ¿Qué
carajos importa que 854 personas estén presas? ¿Son muchos o son pocos? ¿En
dónde está la estrategia contra el crimen organizado? ¿En qué momento la
lanzan? Porque de que es lo mismo que con Calderón, es lo mismo: el 5 de enero,
un día después de que se daban a conocer los grandiosos numeritos, también nos
enterábamos de un pueblo de Veracruz, Ixhuatlán del Café, que protestaba en
contra de la criminalización de cuatro hombres asesinados por elementos del
Ejército. Parece que los cuatro iban borrachos; se aparecieron en mal momento
frente a un grupo de militares y los fusilaron. Un taxista, dos mecánicos, un
migrante. Les aparecieron armas, drogas y hasta granadas. Vi las fotos de las
familias: unos pobres campesinos vestidos de negro, llorando, caminando con
pancartas mal escritas que pedían no dinero, ni indemnización: que le
devolvieran el honor a sus hombres y no los tacharan de criminales para cubrir
su abuso de poder. VER AQUÍ INFORMACIÓN El asesinato de los cuatro fue el 28 de
diciembre. Peña Nieto llevaba 28 días en el poder. Señoras, señores, amigos
lectores: yo creo que más pronto de lo que creemos, los millones de mexicanos
que votaron por Enrique Peña Nieto pensando en que traería la paz y la
tranquilidad; los millones que estaban hartos de vivir entre balazos y sangre;
los millones que le dieron la espalda a Calderón y al PAN, urgirán respuesta de
su gobierno. Muy pronto. ¿Y saben qué me temo? Que su gobierno no tenía una
estrategia. Pensaban que, como en el Estado de México, era posible ocultar las
cifras y el dolor comprando medios y desapareciendo muertos de las hojas de
cálculo. Yo creo que más pronto de lo que pensamos, habrá un nuevo reclamo de
fraude. Y este fraude sí es comprobable, porque para éste no hay IFE o Tribunal
Electoral. Habrá un reclamo de fraude, porque
se ofreció traer la paz, pero el gobierno no ha respondido al
derramamiento de sangre. ¿Más balazos, más cifras de detenidos, más violaciones
a los derechos humanos? ¿Eso es lo que nos ofrecen? ¿En dónde está Enrique Peña
Nieto? ¿En dónde están las respuestas? ¿En dónde está la respuesta para este
derramamiento de sangre? ¿Pensaban que gobernar México era como otro día en la
casa de campo, como otra tarde de shopping en un mall del extranjero, o como
otra mañana partiendo naranjas en la cocina falsa de un programa de Televisa?
@paezvarela http://www.alejandropaez.net
Este contenido ha sido publicado originalmente por
SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección:
http://www.sinembargo.mx/opinion/07-01-2013/11778.
No hay comentarios:
Publicar un comentario