Nota de La Jornada.
Un equipo de investigadores brasileños obtuvo resultados
prometedores al tratar en laboratorio células cancerosas de mama y de pulmón
con una mezcla de resveratrol, sustancia extraída de la uva, y una proteína
antitumoral presente en el organismo humano.
El tratamiento fue experimentado con éxito por
investigadores de la Universidad Federal de Río de Janeiro y del Instituto
Nacional de Biología Estructural y Bioimagen, informó Ciencia Hoje, portal de
la Sociedad Brasileña para el Progreso del sector.
El resveratrol, sustancia a la que se atribuye el efecto
benéfico de la uva para combatir el envejecimiento y enfermedades como la
diabetes, ya había sido probada por otros investigadores para tratar el cáncer
en experimentos que en algunos casos fueron exitosos y en otros no.
Los investigadores brasileños descubrieron que ello obedece
a que el resveratrol no es eficaz solo y únicamente tiene resultados cuando
actúa en conjunto con una proteína presente en las células humanas, la cual
potencia la acción de la uva contra los tumores malignos.
Actúa cada vez que una célula está en riesgo
Se trata de la proteína p53, que evita la diseminación del
mal al causar la muerte de las células con potencial para desarrollar tumores
malignos. Es activada cada vez que una célula saludable está en riesgo de
sufrir alteraciones genéticas que pueden desarrollar el mal.
Los investigadores brasileños probaron la eficacia del
resveratrol para eliminar tumores cancerosos de mama y de pulmón cultivados en
laboratorio. La sustancia fue usada para tratar tanto células enfermas que
producen la proteína p53 como las que no la producen.
El estudio mostró que el resveratrol logró eliminar el
cáncer en las células con p53, en tanto las que no la tenían fueron más
resistentes al tratamiento. Eso indica que el efecto tóxico del resveratrol
sobre las células con cáncer es mediado por la p53, explicó la bioquímica
Danielly Ferraz da Costa, una de las coordinadoras del estudio.
Según la investigadora, las células tumorales que no
expresan la proteína o lo hacen de forma equivocada no responden muy bien al
tratamiento con resveratrol. Para verificar los resultados, los autores del
estudio introdujeron en las células que no expresan la proteína el gen que la
produce.
Esa modificación genética permitió que el tratamiento
tuviera efecto en esas células.
Según los autores del estudio, los resultados permiten
pensar en el desarrollo de nuevos tratamientos oncológicos, aunque aún es
prematuro esperar una aplicación práctica inmediata.
Existe la posibilidad de usar terapia genética para
introducir el gen que expresa la proteína en células tumorales de un paciente,
pero aún estamos lejos de eso, afirmó Ferraz da Costa. Tras comprobar la
eficacia del tratamiento en laboratorio, los investigadores se proponen ahora
empezar las pruebas en animales.
http://www.jornada.unam.mx/2012/11/28/ciencias/a03n1cie
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