Por: Mariana Gallardo para Sin embargo.
Ay Calderón. ¿Y tú sueñas? ¿O tienes que tomar medicinas?
Supongo que algo, mínimo un té del mercado de Sonora. O algo más fuerte, total
que cualquiera te puede recetar pastillas para dormir. No creo que tantos
muertos resistan la pasiflora ni el vaso tibio de leche. Mucho menos el baño
antes de dormir. No creo que te permitas tener insomnio. Honestamente no se lo
deseo a casi nadie, ya he escrito mucho sobre el tema y aunque creo que te lo
mereces, supongo que algo tomarás para no soñar.
Para no pensar en lo que has
hecho los últimos años de tu vida. O lo que le has hecho al país. Y mira
Felipe, no creo que seas el único responsable. Sé que atrás hay toda una
maquinaria que puede corromper hasta a los más incorruptibles jueces de la
Suprema Corte de Justicia de nuestra sacrosanta nación. Simplemente les
deslizan un archivito con los datos de sus hijos, sus padres o sus hermanos y el
juez dictamina a favor de la “estabilidad del país” y en contra de la justicia.
¿Qué toma Margarita? ¿O es que ya de plano duermen en cuartos separados o
siempre lo hicieron? ¿Ya es una sociedad, una mera formalidad? Está bien, yo no
juzgo. Así le hacen los Clinton y me parece bastante razonable. ¿Sigues
platicando con Margarita y tus hijos? ¿Qué les cuentas a ellos de la guerra?
¿La misma versión de los informes, la misma que dictas en las ruedas de prensa,
en los eventos de Seguridad y Justicia, en los actos ante la ONU, en los
eventos a donde te invitan como ex alumno de Harvard? ¿Qué lo haces por el
país? ¿Qué lo volverías a hacer? ¿Les has enseñado fotos de los colgados? ¿Les
has contado las historias de los desaparecidos? ¿De los migrantes? ¿De los periodistas?
¿Le explicaste que Fernando Martí y el hijo de Javier Sicilia son personas
prominentes pero que sólo son uno más de los miles de muertos que se quedan
como saldo de tu sexenio? Perdóname, pero es que tu cargo lo dice todo, eres el
Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de la Nación. No supe a quién más
dirigirme. No me imagino qué piensan los pequeños María, Luis Felipe y Juan
Pablo. Te juro que no es chantaje. No sé qué pensarán o si sus compañeros de la
escuela les dicen algo. Los muertos de Calderón. Las cifras de Calderón. Parece
que el tema satura las redes sociales y supongo que por lo menos alguno de
ellos ya tiene un iPhone, si no es que todos. Y por consiguiente tiene Twitter.
O Facebook. Eso mínimo. De algo se tendrán que enterar que no sea la “versión
oficial”. ¿Acaso no lees los portales en línea y los periódicos donde casi 4 de
cada 10 notas en una cálculo conservador están destinadas a hablar de tu
gestión en tu “estrategia contra el crimen organizado”? Yo he buscado en
Internet y no encuentro este documento que tanto mencionas… “Estrategia contra
el Crimen Organizado”. Supongo que será un documento con objetivos
responsables, acciones, estudios previos, metodología para hacer los estudios…
condiciones favorables y no favorables, dictámenes de expertos, anexos
interminables, citas a tesis, a despachos especializados. En fin, un señor
documento. Pero no lo encuentro. ¿Acaso lo repartes después de tus
conferencias, esas en las que proyectas una voz estentórea? ¿En las que,
francamente, te ves un poco necio? Híjole Felipe, es que cinco años del mismo
discurso cansa. ¡Y más si no nos explicas por qué está pasando esto o cuándo lo
decidiste? ¿Hiciste una consulta popular imaginaria o qué? ¿O un día se te
ocurrió que estaba padrísimo darle en la madre al narco? No Felipe, me cae que
ese documento no existe. Y la verdad, si yo fuera gringo, no te contrataba ni
para dar los buenos días en ninguna Universidad. Porque no tienes carta de
recomendación del pueblo mexicano. Te vas y no te la vamos a dar. Porque desde
el principio pactaste con el diablo, y después tomaste otros caminos, igual de
maléficos y a los que te jodiste fue a nosotros.
@mariagpalacios
http://marianagallardopalacios.wordpress.com/
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX
en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/30-11-2012/10967.
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