Concluye el sexenio sin que las autoridades logren el préstamo del penacho de Moctezuma

Resumen de La Jornada.

Pese a que las autoridades programaban traer a México el penacho de Moctezuma ya no fue posible en esta administración, pues desde el jueves pasado protagoniza la muestra Penacho: pomp and passion. The mexican feather head-dress in Viena.

 La exposición en el Museo Etnológico de Viena, que incluye diversas piezas de la cultura mesoamericana de los siglos XV y XVI, destaca el emblemático tocado elaborado en diversas plumas y piedras preciosas, que estuvo sometido a prolongados trabajos de conservación y restauración: ahora se le nombra penacho del México antiguo.

Esta pieza de la cultura mexica ha estado sujeta a diversas polémicas, pero en fechas recientes se han vertido opiniones sobre su posible retorno a México.

Aún se evalúa el préstamo que solicitaron las autoridades mexicanas a Austria para que regresara –aunque fuera de manera temporal–, debido a las condiciones de conservación para su traslado y en espera de la aprobación del Parlamento austriaco.

Sobre este proceso, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) manifestó a La Jornada: Los gobiernos de México y Austria suscribieron en abril pasado el Protocolo modificatorio al Convenio Cultural de 1974, que establece las bases para ampliar la cooperación entre ambos países.

La instancia federal subrayó la relación cultural existente entre México y Austria en el ámbito jurídico; ha comenzado a modernizarse en materia de intercambios para exhibiciones temporales de bienes significativos pertenecientes a sus patrimonios culturales, lo que sin duda será ejemplo para otras naciones.

Al respecto, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma dijo hace unos meses: “De concretarse el ‘préstamo’ del penacho de Moctezuma México crearía un precedente negativo, por reconocer la propiedad de otros países y sus museos sobre los bienes que resguardan de otras culturas”.

Es más, subrayó el investigador emérito del INAH, el adorno prehispánico elaborado con plumas y oro no pierde su carácter de propiedad de la nación, a pesar de la época y la circunstancia por que haya salido del país.

No existe retroactividad, aunque el objeto haya salido en el siglo XVIII, XIX o XX, porque es un bien nacional, manifestó el fundador del Proyecto Templo Mayor.

El simbolismo del atavío se ha reforzado porque en la piedra de Tizoc, hallada en 1791 en el Zócalo capitalino, se encuentra representado un adorno que semeja el citado penacho, puntualizó Matos.

http://www.jornada.unam.mx/2012/11/19/cultura/a10n1cul