Por: Redacción / Sinembargo
El bloque de los partidos de izquierda y el PAN se apuntaron
un valioso triunfo sobre el PRI en el Senado de la República, al lograr la
aprobación de la transparencia, la democracia y la rendición de cuentas
aplicable a los sindicatos, en el marco de la reforma laboral. Con lo votos del
PRD, PT, Movimiento Ciudadano, PAN y, sorprendentemente, con el voto de la
única senadora que representa al Partido Nueva Alianza, ni más ni menos que
Mónica Tzasna Arriola Gordillo, hija de la lideresa del (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, la minuta
regresará a la Cámara de Diputados para ser nuevamente revisada y votada por
los legisladores.
Los senadores del PRD y del PAN, que ahora sí conformaron un frente
sólido ante los del PRI, reservaron más de 50 artículos para su discusión en lo
particular: los relacionados con la transparencia y libertad sindical. La
mayoría de estos artículos reservados los presentaron los legisladores
perredistas. Y la sorpresa fue que los priistas, ante la presión de la opinión
pública y las movilizaciones de los trabajadores, cedieron a la exigencia de la
transparencia en el manejo de los sindicatos en los temas de reglamentos
internos, contratos colectivos y documentos que llegan a las juntas de conciliación.
También doblaron las manos, y además no tuvieron de otra pues la mayoría la
consiguió el bloque opositor, cedieron a los artículos que exigían democracia
para la vida sindical. Luego, el tricolor se resistió en el tema de abrir las
cuentas de los sindicatos, cuyas entradas y salidas de capital no han sido
tocadas hasta ahora.
El PRI, que con Enrique Peña Nieto ocupará la Presidencia
desde el próximo 1 de julio, tiene buenas razones para no entrometerse en las
finanzas de esas organizaciones gremiales y es justo el enorme poder económico
y político que algunos de esos líderes han sumado en décadas de gobernar
dictatorialmente algunos de los sindicatos más grandes no sólo de México, sino
de América Latina. Lo que pasó con Mónica Tzasna Arriola Gordillo, hija de
Gordillo Morales (quien apenas el fin de semana pasado fue reelecta como
dirigente del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación por un
periodo que, incluso, se fue de los tradicionales cuatro a seis años más)
merece una revisión más adelante. Pues primero fijó la posición del Panal en
tribuna y al más puro estilo cantinflesco afirmó que no estaba en contra de la
transparencia, pero sí en contra de que se vulnerara la autonomía sindical.
“Nuestro voto será contra de las reservas ya que si bien estamos a favor de
transparencia y rendición de cuentas, también estamos en favor de la libertad
que tienen los trabajadores de agruparse, defender sus derechos en común y
establecer la forma de organizarse”, expuso la legisladora de 41 años.
Mónica
Arriola, quien en 2011 ayudara en el triunfo del priista Eruviel Ávila
Villegas, cuando el Panal se alió con el PRI y el PVEM en la campaña por la
gubernatura del Estado de México, se pronunció porque ésta no sea una reforma
laboral “a modo”, de lo contrario los legisladores “pagarán un costo” por no
pronunciarse a favor de los trabajadores. Sin embargo, ya por la noche, la hija
de quien es considerada la mujer más poderosa en el ámbito político de México
se arrepintió y apoyó al bloque izquierda-PAN en los temas de transparencia,
democracia y rendición de cuentas para los sindicatos. El jaloneo fue ríspido,
pero a diferencia de otros temas, se mantuvo en términos civilizados.
Los
senadores priistas (incluido quien también fuera reelecto el fin de semana pasado
como líder del Sindicato de los Trabajadores Petrolero de la República
Mexicana, Carlos Romero Deschamps), se negaron a la posibilidad de abrir las
cuentas de esas poderosas organizaciones gremiales “Estamos a favor de la
autonomía sindical con base a lo que establece la Constitución, que ya
garantiza los derechos de los agremiados a conocer el destino de sus recursos”,
afirmó el senador priista David Penchyna Grub. Y sí, es cierto que ya lo
establece la Constitución pero aun así a los trabajadores no se les notifican
las cifras, menos aún si se trata de los sindicatos más poderosos del país, que
comandan precisamente Gordillo Morales y Romero Deschamps. El PAN y el PRD, en
“bloque”, el mismo que mostró debilidad en la Cámara de Diputados, ahora se mantuvo
fuerte ante el embate del PRI. Sin embargo, los logros sobre la apertura aún no
pueden cantar victoria. La minuta será devuelta a la Camara Baja, ¿pero qué
tanto más cederá ahí el PRI? Peña Nieto y su partido entienden que apenas hace
cuatro días el SNTE y el STPRM renovaron
el poder de sus líderes y que ambos no son un hueso fácil de morder. Negociaron
en el Senado transparentar cuestiones administrativas en esas organizaciones,
pero no cedieron del todo. Dijeron sí a lo más superficial, pero a lo elemental
le negaron el paso: el asunto de los dineros. Elba Esther Gordillo asumió el
cargo de lideresa en el SNTE en 1989 y va por otros seis, con lo que aspira a
tener una dirigencia de 29 años.
Por su parte, Carlos Romero Deschamps llegó a
la cima del STPRM en 1993 y con los otros seis años que se consiguió hace unos
días permanecerá ahí por 25 años. El PRI está por empezar un nuevo capítulo de
su historia en la Presidencia de México y, está claro, no quiere problemas con
los líderes sindicales. Menos aún con esos dos que son prácticamente dictadores
tanto en el gremio de los maestros como en el petrolero. Por eso, ahora que la
minuta de la Reforma Laboral vuelve a la Cámara de Diputados, la pregunta es:
¿qué tanto va a comprometerse el PRI con esta demanda ciudadana? De la
respuesta de los diputados priistas dependerá que Peña Nieto muestre músculo y
envíe un mensaje de liderazgo frente a Gordillo y Deschamps, entre otros
caciques. Lo otro es dejarles las manos libres y que, como han hecho por
décadas, usen a los trabajadores afiliados y sus recursos como herramientas
para el chantaje politico, la corrupción y el enriquecimiento sin fin,
minimizando incluso al Presidente de la República en turno.
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX
en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/24-10-2012/10312.
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