Comentario de neo.xkyzer0: Ya salió el lobo disfrazado de amarillo. Otro más al que se le sube el poder a la cabeza.
Por: Arturo Rodríguez García
En: Proceso
Contenido original en: http://www.proceso.com.mx/?p=323303
MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- A tres semanas de tomar posesión, el
gobernador de Morelos, Graco Ramírez, reprimió un movimiento campesino
que ni su antecesor, Marco Adame, se atrevió a tocar.
Mediante la
intervención de 200 policías estatales, el gobierno estatal contuvo una
protesta pacífica y mantiene cercada la comunidad de Huesca.
Desde
hace varios meses, los habitantes de Huexca mantienen un plantón para
evitar que maquinaria pesada y cuadrillas de trabajadores ingresaran a
un predio donde la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pretende
construir dos termoeléctricas como parte del Proyecto Integral Morelos
(PIM).
De acuerdo con habitantes de dicha localidad entrevistados
vía telefónica, alrededor de las 10:00 de la mañana un convoy integrado
por unas 20 camionetas de Policía Estatal llegó al plantón y arremetió
contra los campesinos, principalmente mujeres, quienes fueron replegados
hacia la comunidad a empellones.
Durante el operativo, los manifestantes no opusieron resistencia y no se tiene reporte de heridos.
Disuelto
el plantón, el cuerpo policíaco implementó un cerco a la comunidad,
impidiendo el ingreso y la salida de vehículos y personas. Alrededor del mediodía, representantes de la administración estatal
ofrecieron diálogo con los manifestantes.
Sin embargo, los
pobladores de Huexca rechazaron la oferta y condicionaron el diálogo al
retiro de la fuerza policíaca, además de que la interlocución sea
pública y se tenga como mediador al organismo Servicios y Asesoría para
la Paz (Verapaz).
El gobierno de Felipe Calderón ordenó la
construcción del PIM, un proyecto eléctrico consistente en un gasoducto
que atravesaría alrededor de 60 comunidades de Tlaxcala, Puebla y
Morelos para conducir el gas a Huexca, donde pretende edificar dos
termoeléctricas de las denominadas de ciclo combinado.
Como publicó la revista Proceso,
el gasoducto atraviesa principalmente las zonas de más alto riesgo por
erupción volcánica, pues el trazo rodea el volcán Popocatépetl, e
impediría, según los campesinos e indígenas, tener libres las rutas de
evacuación ante una contingencia.
Además, la CFE y el gobierno de
Morelos se han negado a demostrar la sustentatibilidad del PIM, pues su
alto consumo de agua podría provocar severos daños a los acuíferos de
Cuautla y otros municipios aledaños.
El PIM es un negocio que la
CFE encargó a las empresas españolas que han ganado numerosos contratos
de obra pública en el sexenio de Calderón: OHL, Abengoa, Enagás y
Elecnor.
El Centro de Estudios Sociales y Culturales “Antonio de
Montesinos” denunció que el riesgo de represión y acciones policíacas
contra los habitantes de la zona se registra desde hace meses, en hechos
aislados que han dejado heridos a campesinos principalmente de
Tlaxcala.
En agosto, el gobernador Marco Adame envió un
dispositivo semejante al de hoy, pero finalmente suspendió la operación
contra los comuneros aunque las acciones de hostigamiento y rondines
policíacos no cesaron, hasta hoy, que la policía estatal mantiene
rodeada la comunidad.
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