Afrodita Opina, Red Generación
Sin partidismos, sin colores, por simple y llano sentido común. Es de bien nacidos defender el Patrimonio Nacional.
Las redes sociales lanzaron la campaña “Yo Defiendo el Petróleo” esta tarde de martes 5 de febrero de 2013 y los usuarios de éstas manifestaron su postura, en favor o en contra del tema de la privatización.
Es de recordar que La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos promulgada en Querétaro, restituye a la Nación, en su Artículo 27, la propiedad absoluta y total sobre todas las riquezas del subsuelo. Entiéndase aquí que El Petróleo Es Nuestro.
El 18 de marzo de 1938, el presidente de la República, General Lázaro Cárdenas del Río, notifica desde el balcón central del Palacio Nacional la decisión de expropiar la industria petrolera.
¿Quiénes estuvieron en contra de la expropiación? Simple y llanamente: los empresarios extranjeros.
Las crónicas periodísticas relatan que el 23 de marzo 1938 y el 12 de abril del mismo año en la Ciudad de México se dio una enorme manifestación de respaldo a esta decisión, con más de cien mil personas.
Enormes grupos de mujeres mujeres de todas las clases sociales decidieron aportar para subsanar el pago de la deuda petrolera. Las donaciones eran desde gallinas hasta joyas muy valiosas. Esta era una causa del Pueblo y para el Pueblo.
Hoy en día nos encontramos ante la posibilidad de una Reforma Energética que dará pie a la privatización del oro negro y, a pesar de que los datos históricos de esta lucha están al alcance de cualquiera que desee obtenerlos y distribuirlos, todavía hay quienes pretenden que no se luche por lo que nuestros abuelos y bisabuelos compraron para nosotros.
El momento nos llama a comprender la importancia del buen manejo de los recursos energéticos y del peligro de la privatización de ellos. La inactividad y el mantenerse inmutables ante los sucesos actuales derivarán en la pérdida de la oportunidad que se nos ofrece de formar parte de las decisiones que, invariablemente, transformarán no solamente nuestro futuro, sino el destino y la seguridad de futuras generaciones.
La crítica en redes sociales ante aquellos que han decidido reprobar cualquier intento de privatización al energético, solo demuestra que aún hace mucha falta la divulgación de los hechos históricos y de las consecuencias que han traído todas las privatizaciones que innegablemente han impactado el bolsillo de las y los mexicanos.
Este no es un momento para tibiezas, para partidismos, tampoco para la desorganización ni para la desunión. La defensa del petróleo es un asunto de seguridad nacional.
¿Quiénes están en favor de la privatización? De nuevo, porque así es, simple y llanamente solo los que se beneficiarán económicamente de este robo a la Nación Mexicana y aquellos que no conocen la historia.
A.O.
A.O.