lunes, 3 de diciembre de 2012

El nuevo gabinete: entre el grupo Atlacomulco y Salinas


Presentación del gabinete de Peña, el 30 de noviembre. Foto: Octavio Gómez.
Con el nombramiento de sus principales colaboradores, el presidente Enrique Peña Nieto refrendó las expectativas de la clase política priista e incluyó a casi todos los que venían trabajando a su lado. En esa red de intereses conciliados hay políticos de prosapia y noveles militantes, entre ellos exgobernadores del Estado de México, Hidalgo, Coahuila y Yucatán, en cuyos orígenes se observan los hilos del mítico Grupo Atlacomulco y del expresidente Carlos Salinas de Gortari. 

PROCESO, JENARO VILLAMIL
2 DE DICIEMBRE DE 2012

MÉXICO, D.F. (Proceso).- El 27 de julio de 2005, el expresidente Carlos Salinas de Gortari asistió al funeral del ingeniero Gilberto Enrique Peña del Mazo, padre del entonces gobernador electo del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Para sorpresa de los asistentes, Salinas llegó acompañado de Emilio Chuayffet, quien también fue mandatario en la entidad y jefe de Peña Nieto en 1993.

Como símbolo de “unidad” frente a la tragedia personal del joven sucesor de Arturo Montiel, Salinas se dejó fotografiar con éste y con Alfredo del Mazo González, su antiguo adversario en la sucesión presidencial en el gabinete de Miguel de la Madrid en 1987.
Ambos, Montiel y Del Mazo, eran los dos “tíos” más encumbrados de Peña Nieto y, junto con Chuayffet, los exgobernadores más poderosos.

En ese funeral quedó claro que, por encima de las diferencias, una de las máximas de los grupos políticos de Toluca era la unidad. El propósito, sobre todo para el mítico Grupo Atlacomulco era uno solo: recuperar para el PRI la Presidencia de la República, más allá de las diferencias generacionales.

Ese pacto se concretó ya con la integración del gabinete de Enrique Peña Nieto. La mayoría de sus integrantes tiene dos características fundamentales: su vínculo con las dinastías priistas en el Estado de México o con el exmandatario priista más polémico: Carlos Salinas de Gortari.

El propio Emilio Chuayffet –presidente del IFE con Salinas, gobernador y secretario de Gobernación con Ernesto Zedillo, y diputado federal en las LIX y LXI legislaturas– revivió con una de las posiciones de mayor poder en el gabinete peñista, pues fue nombrado titular de la Secretaría de Educación Pública.

Chuayffet fue responsable de las negociaciones con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el más poderoso del país, encabezado por Elba Esther Gordillo, su adversaria en 2003, cuando ambos disputaron el control de la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de Diputados. Chuayffet era aliado de Roberto Madrazo, quien quiso desplazar a Gordillo como interlocutora ante el gobierno de Vicente Fox.

La trayectoria de Chuayffet en el Estado de México no se explica sin el padrinazgo de Carlos Hank González, el otrora hombre fuerte que unificó a través de los negocios y del reparto de espacios de poder a los distintos grupos políticos priistas en la entidad.

Desde el fallecimiento de Hank González en 2001 muchos de sus herederos han pretendido erigirse en el nuevo vértice de la política mexiquense y de su proyección nacional. Hoy, en la conformación de su gabinete, Enrique Peña Nieto concreta esa antigua aspiración.

“Hank ha muerto, pero no termina el ciclo que inauguró por dos razones: construyó una alianza político empresarial que retroalimenta las obras del poder político con los negocios privados”, afirmó el político tabasqueño Humberto Hernández Haddad (Proceso, 1294).

La vieja guardia de “Los Tolucos”

Nacido en Toluca, Emilio Chuayffet es el político con más experiencia en cargos nacionales y con una sólida formación intelectual, en medio de una generación que ha privilegiado la mercadotecnia televisiva o el conocimiento tecnocrático, incluido el propio Peña Nieto y Luis Videgaray, convertido hoy en un “supersecretario” de Hacienda.

La biografía de Chuayffet lo vincula juvenilmente con Jesús Reyes Heroles, el patriarca ideológico del PRI, y con Carlos Hank González, el símbolo de la cleptocracia priista. Gracias al aval de este último, Chuayffet fue titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco); en 1990 llegó a la dirección del recién creado Instituto Federal Electoral (IFE), producto de la reforma salinista derivada de la crisis electoral de 1988.

En 1993, Chuayffet fue el sucesor de Ignacio Pichardo Pagaza en el gobierno mexiquense. Su habilidad política le permitió tener el apoyo tanto de los hankistas como de Alfredo del Mazo González, en cuya administración fue secretario de Educación estatal.

En la campaña electoral de ese año, el joven Peña Nieto, originario de Atlacomulco, se sumó al equipo Juan José Guerra Abud, secretario de Desarrollo Económico en la primera parte del gobierno de Chuayffet. Peña Nieto fue su secretario privado. Ahí se integró a un selecto club de “secretarios privados” que en el gobierno de Arturo Montiel serían conocidos como losGolden boys.

Durante el gobierno de Chuayffet y su interino César Camacho Quiroz, Arturo Montiel se perfiló para la gubernatura. Dejó en el camino a políticos de mayor trayectoria como Humberto Lira Mora y Mauricio Valdez.

De los gabinetes de Chuayffet y Montiel proviene Guerra Abud, el primer jefe de Peña Nieto en la burocracia mexiquense, quien hoy es el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Ingeniero mecánico, Guerra Abud es un próspero empresario en el área de la infraestructura y el transporte. Fue director general de la compañía Krone Comunicaciones (1990-1992), presidente de Unitec Boelhoff (1992-1994), presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) de 2001 a 2009.

Ese año, Guerra Abud se convirtió en diputado federal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), con el claro apoyo político y financiero de la administración peñista. Fue el coordinador de la bancada del PVEM en la LXII Legislatura. Durante la campaña electoral de 2012, Guerra Abud fue coordinador de los temas ambientales.

Otro político-empresario mexiquense proveniente de los viejos grupos priistas es Gerardo Ruiz Esparza, nuevo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Él fue uno de los funcionarios consentidos de presidente Miguel de la Madrid durante su gestión en Los Pinos y aliado de Alfredo del Mazo González.

(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1883, ya en circulación)

http://www.proceso.com.mx/?p=326799


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