Nota de La Jornada.
El cáncer cervicouterino es uno de los principales problemas
de salud femenina en México y el mundo. Las estadísticas nacionales muestran
que cada dos horas se produce una muerte en el país debido a esa enfermedad.
Actualmente, el Papanicolaou es el único método para la
detección de ese padecimiento usado en las instituciones de salud. Sin embargo,
no es ciento por ciento seguro, ya que de cada 10 mujeres que presentan ese cáncer
y se someten a esa prueba, sólo seis obtienen el diagnóstico real.
Ante a esa realidad, investigadores del Instituto de
Fisiología Celular (IFC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
desarrollaron un nuevo método de detección, que en las diferentes pruebas ha
resultado confiable ciento por ciento. El modelo ayuda tanto a confirmar el
padecimiento como a descartar su presencia en el organismo.
Juan Carlos Ramona Martínez, científico de esa entidad
universitaria, detalló que el método consiste en tomar muestras del tejido
uterino y analizar las biopsias en busca de una proteína que sólo aparece en
las pacientes de cáncer.
Nuestra propuesta es utilizar una proteína (un canal de
sodio) que se encuentra en las células; la idea es usarla como un mercado
molecular para la detección del cáncer cérvicouterino. Los resultados de
nuestra investigación han mostrado que esa proteína se encuentra 40 veces más
en las biopsias de mexicanas con esa enfermedad; aparece como una especie de
mensajero.
Además, explicó que esta proteína también aparece con una
pauta de distribución diferente en las células de esas biopsias. En el tejido
de pacientes no cancerosos, se ve en la periferia de las células; es decir, en
la membrana; mientras en las enfermas se muestra en toda la célula.
El investigador del IFC de la UNAM advirtió que el
Papanicolaou tiene un porcentaje bajo de sensibilidad y especificidad; esto es,
no en todas las pruebas se puede detectar el cáncer, aun cuando las mujeres lo
padezcan. Y cuando el resultado es negativo tampoco se puede garantizar al
ciento por ciento.
Ramona Martínez explicó que de cada 10 mujeres con cáncer
cérvicouterino que se someten a la prueba sólo se confirman alrededor de seis
casos; en tanto que si el mismo número de pacientes sanas también se practican
el Papanicolaou, a dos no se les puede corroborar que no padecen cáncer.
En México se requieren nuevas estrategias para detectar con
mayor especificidad y sensibilidad el problema. Nuestra propuesta tiene una
sensibilidad y una especificidad de ciento por ciento. Todos los casos que
hemos estudiado y que son diagnosticados con cáncer presentan el incremento en
la cantidad y distribución del mensajero (proteína). Y en todos los casos en
que hemos encontrado a la paciente sana, la prueba ha arrojado resultados
negativos, confirmando nuestro diagnóstico.
Aunque falta que el desarrollo de los universitarios sea
sometido a muchas más pruebas para determinar totalmente su eficacia, los
resultados que hasta el momento han obtenido son favorables.
El investigador universitario agregó que los estudios que se
han realizado en el Hospital General de México se han practicado en biopsias de
mujeres a quienes se les ha diagnosticado el padecimiento.
Cada seis meses o un año
Señaló que al igual que en el Papanicolaou, el método que
han desarrollado deberá realizarse cada seis meses o un año una vez que las
mujeres hayan iniciado su vida sexual o después de los 18 años.
Tomamos células del cuello uterino para realizar nuestros
dos parámetros: cantidad y distribución (de la proteína). De tal manera que se
vigilaría y, al ver que cambian esos parámetros, pensaríamos en la posible
presencia de ese cáncer. La diferencia con el Papanicolaou es que nosotros
podríamos detectar el mal mediante un método más cuantitativo.
Agregó que el Papanicolaou es un método relativamente
subjetivo, porque depende de la apreciación del técnico que lo practica. Puede
concluir que una célula es más larga o anormal, pero es subjetivo; ésa es la
causa de la baja sensibilidad y especificidad de esa prueba. Nosotros
proponemos un método más cuantitativo, en el que podemos medir y de esa manera
hacer una detección más eficaz.
La técnica ya cuenta con una patente y los científicos
confían en que pronto pueda ser utilizada en el sector salud en beneficio de
las mexicanas. Estamos interesados en que estos aportes de investigación se
vean reflejados en el bienestar del país y de la población, concluyó el
universitario.

No hay comentarios:
Publicar un comentario