Resumen de La Jornada.
La explotación minera que utiliza gran cantidad de agua, la
contaminación petrolera, la falta de abasto de agua potable, la expansión de
inmobiliarias y el mal manejo del recurso son algunos de los problemas
socioambientales que llevan a que México viva una urgencia nacional en materia
hídrica, señaló Javier Bogantes, presidente del Tribunal Latinoamericano del
Agua.
Aseveró que el tribunal –que es de carácter ético y tiene su
sede en Costa Rica– ha recibido alrededor de 60 casos, presentados por
ciudadanos que se distribuyen a lo largo del territorio nacional, y hay algunos
de tal gravedad, como el del río El Salto, en el municipio de Juanacatlán,
Jalisco, que no se ha visto en ningún otro lugar de América Latina, donde se
vive una situación inhumana por los altos niveles de contaminación.
En el foro Hacia una estrategia para la protección del agua
en México, se dio seguimiento al caso Posible colapso hídrico en México y
violación del derecho humano al agua de sus presentes y futuras generaciones,
presentado por la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANAA) en la
pasada audiencia celebrada en Buenos Aires.
En entrevista, Bogantes explicó que la gran cantidad de
problemas que se presentan en México tiene que ver con la estructura del
Estado, de las instituciones creadas para la protección del aguas. Agregó que casos
de contaminación como el del río Lerma dejan ver que el asunto tiene una
urgencia mayor que en otros países de América Latina, porque aquí se vive desde
hace décadas un estrés hídrico.
Abundó que esto no tiene que ver con que haya carencia, ya
que en realidad hay una gran riqueza hídrica. Pero las políticas de desarrollo
que se implementan ponen en peligro esa riqueza hídrica, y hay situaciones que
son absurdas. México, dijo, es uno de los países que más han invertido en
ingeniería hidráulica del mundo, y se constata que muchas de esas erogaciones
no están beneficiando a la población.
Por ejemplo mencionó que en el Distrito Federal la gente, a
pesar de tener servicio de agua potable, bebe agua embotellada que venden
Nestlé o Coca Cola.
El agua embotellada puede cumplir ciertas funciones
importantes, pero lo que está mal es que se obligue a la población a consumirla
porque si toma agua de la llave se puede enfermar.
Al tribunal, añadió, ha llegado gente del estado de México,
Veracruz, Puebla y nos dicen, por ejemplo, que hay extracción del agua por
parte de empresas que dejan sin líquido a las poblaciones. Apuntó que hizo un
recorrido por varios sitios, como Juanacatlán, donde vemos una población que
uno no entiende cómo viven allí, es una situación inhumana. La contaminación
atmosférica e hídrica es de las peores que hemos visto en América Latina.
En este trayecto, indicó, “nos dimos cuenta de que no hay
tratamiento de aguas negras, no hay inversión en infraestructura en este rubro
y en cambio vemos la inversión que se hace en carreteras. Precisó que el
gobierno fue invitado para presentar su posición, pero el argumento que da para
no asistir es que el tribunal no es un organismo reconocido por los estados, no
existe ningún organismo en materia ambiental que tenga este reconocimiento,
sólo la Corte de La Haya cuando hay conflictos internacionales.
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