miércoles, 12 de diciembre de 2012

Ortega y Molinar: la desvergüenza


Nota de Sin embargo.
Si el PRI está de vuelta, por qué el gobierno que se autonombra progresista en la Ciudad de México y el derrotado Partido Acción Nacional no iban a traer de regreso a sus propios fantasmas. Primero hablemos de Joel Ortega Cuevas, el ingeniero electricista egresado de la ESIME del Instituto Políticos Nacional, y quien fuera protagonista de uno de los grandes escándalos del sexenio de Marcelo Ebrard Casaubón. 
En diciembre de 2004, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador lo nombró titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), luego de que Marcelo Ebrard –quien entonces ocupaba ese cargo– fuera destituido por el presidente Vicente Fox Quesada. 
Como se recordará, el Jefe del Ejecutivo calificó a Ebrard de “inepto, incapaz e insubordinado”, luego de los sucesos del 24 de noviembre de 2004, cuando cientos de habitantes de San Juan Ixtayopan mataron a golpes y prendieron fuego a dos agentes de la Policía Federal Preventiva; un tercer agente fue rescatado mal herido por elementos de la Procuraduría General de Justicia del DF. 
Ya con Ebrard al mando de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Ortega Cuevas fue ratificado, en diciembre de 2006, en la Secretaría de Seguridad Pública de la capital del país. La historia del entonces poderoso jefe de la policía capitalina daría un vuelco el 20 de junio de 2008. Entusiasmado por generar atención de los medios, Ortega dispuso un operativo en la Delegación Gustavo A. Madero –al que incluso invitó a la prensa capitalina– para “impedir” la venta de bebidas alcohólicas y drogas en la discoteca New’s Divine. La falta de planeación, estrategia y coordinación de la policía fue tal que se provocó una estampida en el lugar, un tapón –debido a que las salidas de emergencia estaban bloqueadas– que provocó la muerte por asfixia de 12 personas, entre ellas dos policías auxiliares, un policía judicial y nueve jóvenes. Algunos de los heridos por la irresponsabilidad de las autoridades aún viven con lesiones que les ha dificultado llevar una vida digna. El entonces presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, elaboró un Informe Especial con las diversas violaciones a Derechos Humanos por parte de la SSPDF, la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) y el personal de la delegación Gustavo A. Madero. Además, Álvarez Icaza señaló como funcionarios responsables de la tragedia a Joel Ortega Cuevas; al subsecretario de la SSPDF, Luis Rosales Gamboa; al titular de la PGJDF, Rodolfo Félix Cárdenas, y al ex delegado de la Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil Figueroa. Sin embargo, a ninguno de ellos se les fincó sanción alguna, ni jurídica ni administrativa. En su caso, Joel Ortega renunció a la SSPDF el 8 de julio de 2008. Desapareció un rato de la escena política hasta que, en 2010, reapareció públicamente al solicitar al Instituto Electoral del Distrito Federal el registro de la agrupación política local (APL) Ciudadanía y Democracia, de la que se fue presidente. Apenas el año pasado, el ex jefe policiaco fue aspirante del PRD a la Jefatura de Gobierno; después, cuando Miguel Ángel Mancera Espinosa ganó la candidatura del frente progresista fue parte del grupo cercano que acompañó la campaña del hoy Jefe de Gobierno del DF, y ayer, finalmente y luego de especulaciones que lo situaban de nuevo en la Secretaría de Seguridad Pública, fue nombrado por Mancera Espinosa como director del Sistema de Transporte Colectivo Metro. 
Para muchos ese nombramiento fue realizado con calzador. Antes y ahora, los padres de familia de los jóvenes muertos y heridos en el New’s Divine han reclamado y mostrado su indignación a Mancera Espinosa por tener cerca de Ortega Cuevas. Esas familias, que han conversado con SinEmbargo.mx, afirman que aun ahora no duermen en paz desde la trágica muerte de sus hijos y, por ello, junto a grupos de activistas todavía buscan que se les haga justicia. El gobierno del DF, afirman, ni siquiera se ha hecho cargo de los gastos por servicios médicos e indemnizaciones de aquellos que, por los golpes recibidos o la asfixia, actualmente no pueden valerse de sí mismos. 
Las preguntas de los padres del New’s Divine son las que muchos otros ciudadanos se hacen: ¿Por qué reincorporar ahora a un gobierno que ofrece ser “progresista” a un funcionario con un mancha tan oscura como Ortega Cuevas? 
¿Qué le pasa a Mancera Espinosa? El otro fantasma que ha resurgido en los últimos días, esta vez desde el PAN, es Juan Molinar Horcasitas. Cuando todos pensaban que con la salida de la Presidencia de su amigo Felipe Calderón Hinojosa, el futuro político de Molinar Horcasitas se había ensombrecido nada: ahora el también presidente de la Fundación Rafael Preciado cayó parado. Fue uno de los negociadores del blanquiazul del Pacto por México, del que además es secretario del Consejo Técnico. Molinar es recordado no sólo por su amistad con Calderón, sino porque en como titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue el primero en iniciar licitaciones de los servicios subrogados de guarderías. Su gestión al frente del IMSS duró tres años y concluyó el 3 de marzo de 2009. A los tres meses, el 5 de junio de 2009, ocurrió el incendio de la Guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, una de las estancias infantiles subrogadas por el IMSS, y donde fallecieron 49 niños y 76 resultaron lesionados. 
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sesión del 14 de junio de 2010, conoció el proyecto del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, que estableció que sí existió violación grave de los derechos del niño y su interés superior, del derecho a la protección de la vida e integridad física, del derecho a la seguridad social, del derecho a la salud y del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres por parte de diversos servidores públicos, entre ellos el director general en turno, Daniel Karam Toumeh, y el director general de 2006 a 2009, Juan Francisco Molinar Horcasitas. Sin embargo, el proyecto de Lelo de Larrea fue rechazado por el Pleno de la Corte y en junio de 2010 se exculpó a Molinar Horcasitas. 
A pesar de las claras irregularidades que generaron el incendio en la Guardería ABC ni los dueños ni los funcionarios de los tres niveles de gobierno que tenían responsabilidad directa han sido castigados. Para los padres de los 49 niños fallecidos y los 104 con lesiones, Molinar es el artífice del escenario de la tragedia. Tanto Joel Ortega Cuevas como Juan Molinar Horcasitas tienen mucho qué explicar a la ciudadanía, pero no ha habido poder legal que los obligue. 
Ahora, señalados y vituperados, vuelven a la escena política en cargos decisivos, sin mostrar asomo de vergüenza.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/12-12-2012/11316. 

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