El escritor mexicano Carlos Fuentes fue homenajeado hoy en
Varsovia por el Instituto Cervantes y la embajada mexicana con una conferencia
sobre su figura dictada por Jorge F. Hernández, compatriota y amigo del
literato fallecido.
Su exposición, titulada "Carlos Fuentes: Escudero del
Quijote y Embajador de La Mancha", ahondó en la personalidad del
"último gran muralista literario de México", como calificó Hernández
a Fuentes.
El conferenciante, que admitió que su vocación literaria
surgió tras conocer a Fuentes, centró su intervención en la especial relación
entre el novelista mexicano y "El Quijote", un libro que releía cada
año.
Fuentes, agregó Hernández, "rejuveneció" la obra
cumbre de Cervantes al volver a ponerlo sobre la mesa de foros literarios y
universidades, donde impulsó un nuevo debate sobre la que muchos consideran la
primera novela moderna de la historia.
"Se tomó muy en serio el papel cervantino de promotor y
embajador de 'El Quijote'", recordó en la entrevista el autor, haciendo
referencia a que Fuentes obtuvo el Premio Cervantes en 1987.
Enamorado de la novela de Cervantes y uno de los símbolos
del "boom latinoamericano", Fuentes mantuvo siempre un estrecho
vínculo con España: trató con los intelectuales españoles en el exilio, fue
referente de la movida madrileña, manifestó sus diferencias con el régimen
franquista y recibió el premio Príncipe de Asturias en 1994.
"Con él se va el último novelista que se propuso hacer
la gran novela de México", aseguró Hernández, que recordó al autor de
"La región más transparente" como un "escritor por
definición", un hombre que escribía con una pasión disciplinada aunque sin
perder el nexo con la realidad.
"Siempre fue un actor participativo en la vida pública
mexicana", recalcó Hernández.
El novelista, fallecido en Ciudad de México el pasado mayo a
los 83 años, dejó una prolífica obra, el rigor político que siempre le acompañó
y un libro que queda en volandas, "El baile del centenario".
Su muerte representa bien el cambio generacional en las
letras mexicanas, donde el vacío que deja es "inmenso", argumentó
Hernández, que además de la fuerza literaria de Fuentes recordó la entereza con
la que siempre arrastró el hecho desgarrador de haber sobrevivido a la muerte
de dos de sus hijos.
"Fue un hombre que llevó encima dolores muy grandes con
una dignidad y una asepsia ejemplar", destaca Hernández.
Aunque en los últimos años pasó la mayor parte del tiempo
fuera de México, "nunca dejó de ser profundamente mexicano", afirmó
Hernández, que apunta a Fuentes como "el mejor ejemplo de que el escritor
mexicano necesita distancia para ver a México con perspectiva".
Fuente: Polonia recuerda a Carlos Fuentes
http://www.informador.com.mx/cultura/2012/422502/6/polonia-recuerda-a-carlos-fuentes.htm