viernes, 7 de diciembre de 2012

Confirman presencia ilegal de armas alemanas en México.


Desde hace algún tiempo los fiscales de Stuttgart tienen en vista a la compañía Heckler & Koch. Se sospecha que parte de sus ventas van a parar a lugares de México donde está prohibido exportar material bélico.
La historia es más o menos simple. La legislación alemana castiga la exportación de armas a zonas de conflicto, y algunos estados de México son considerados como tales. Y fue precisamente en algunos de ellos (Jalisco, Guerrero, Chiapas y Chihuahua) donde se habría encontrado evidencia de que fusiles de asalto G36 fabricados por la empresa Heckler & Koch están en manos equivocadas. El asunto es investigado desde el año 2010 por la fiscalía de Sttutgart.

“Han aparecido armas allí donde no deberían estar”, dijo hoy al periódico “Die Tageszeitung”, que destapó la historia, la vocera de la fiscalía, Claudia Krauth. Según evidencia a la que tuvo acceso ese mismo diario, al menos la mitad de los 9.652 fusiles vendidos por Heckler & Koch a México habrían llegado a zonas donde la venta está prohibida por la Ley de Control de Armas de Guerra. Todavía está por verse si el delito fue cometido por la empresa alemana o por funcionarios mexicanos, quienes podrían haber traficado esas armas legalmente compradas por su país.

“Respetamos la ley”

Para salir de esa duda, la fiscalía alemana ha pedido la ayuda del gobierno mexicano, y saber así si fueron ellos los que desviaron las armas hacia los estados cuestionados o si Heckler & Koch derechamente transgredió la legislación. Sin embargo, dice “Die Tageszeitung”, las esperanzas son pocas considerando que en México solamente el 2 por ciento de los delitos son aclarados.


Zona de conflicto en territorio mexicano

Hace siete años, la Oficina Federal de Exportación de armas autorizó el negocio con la condición de que ninguna de esas armas llegara a los estados donde hay evidencia de reiteradas violaciones a los derechos humanos. Entonces el gobierno mexicano compró casi 10 mil de estos modernos y livianos fusiles para equipar a sus fuerzas de seguridad y pagó 1.400 euros por cada uno de ellos. Otros quince países han realizado negocios similares con la misma empresa.

Cuando las primeras sospechas de que la obligación legal habría sido transgredida, la firma alemana respondió diciendo que ellos no tienen control sobre las armas una vez que son entregadas al comprador. Para que quedase claro, recalcaron que “Heckler & Koch se adhiere a la ley de la República Federal de Alemania”. Frente a la nueva información sobre eventual evidencia de la presencia de los poderosos fusiles en México, la empresa no quiso hacer declaraciones.

Los problemas siguen

En marzo, el mismo periódico “Die Tageszeitung” informó que efectivos policiales mexicanos usaron los fusiles G36 para reprimir unas protestas estudiantiles, donde hubo dos personas muertas. Eso sucedió en Guerrero, uno de los estados donde esas armas no deberían estar. Fuentes de la investigación dicen que es muy probable que eso haya sucedido, teniendo a la vista las fotografías conseguidas por el periódico alemán. Como confirmación de ello, el mismo gobierno mexicano respondió a una solicitud elevada desde Alemania confirmando que 4.796 fusiles estaban en estados donde nunca debieron estar.

Como sea que se escriba el futuro, si llegase a solucionarse este entuerto, Hackler & Koch no podrá descansar. La misma fiscalía de Stuttgart investiga a la empresa por el presunto pago de sobornos a partidos políticos alemanes con el fin de conseguir favores y así facilitar el trámite para conseguir permisos de exportación de armas. Si bien la compañía reconoció donaciones por cerca de 93 mil euros, negó rotundamente que ese pago correspondiera a sobornos.

Autor: Diego Zúñiga / Agencias
Editor: Enrique López

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